Tailandia y Camboya acuerdan un "alto el fuego inmediato" en su conflicto fronterizo
La disputa limítrofe entre los dos vecinos del sudeste asiático se reavivó este mes con disparos de artillería, tanques, drones y aviones de combate.
Tailandia y Camboya acordaron este sábado un "alto el fuego inmediato" en su enconado conflicto fronterizo, que deja más de 40 muertos y un millón de desplazados en tres semanas de enfrentamientos.
La disputa limítrofe entre los dos vecinos del sudeste asiático se reavivó este mes con disparos de artillería, tanques, drones y aviones de combate. La escalada rompió una tregua anterior cuyo mérito se atribuyó el presidente estadounidense, Donald Trump.
La pelea tiene su origen en un antiguo pleito sobre la demarcación de su frontera de 800 km establecida en el periodo colonial francés, así como en una serie de templos antiguos situados a lo largo de la línea divisoria.
"Ambas partes acuerdan permitir que los civiles que residen en las zonas fronterizas afectadas regresen a sus hogares lo antes posible, sin obstáculos y con total seguridad y dignidad", indica una declaración conjunta obtenida por la AFP del lado camboyano, en la que se anuncia la entrada en vigor de la tregua a las 5:00 a. m.
Obligados a dormir en tiendas de campaña o en los abarrotados centros de acogida de emergencia desde que se reanudaron los combates el 7 de diciembre, los cientos de miles de personas evacuadas podrán pasar el Año Nuevo en sus hogares.
El texto firmado por los ministros de Defensa también menciona la congelación de las posiciones militares, el desminado de las áreas limítrofes y la cooperación policial para combatir la ciberdelincuencia.
Bangkok liberará además bajo el acuerdo a 18 soldados detenidos una vez se cumplan 72 horas de alto el fuego efectivo.
El ministro de Defensa tailandés, Nattaphon Narkphanit, dijo que los tres días iniciales serán un "periodo de observación para confirmar que el alto el fuego es real".
En un discurso pronunciado el sábado por la mañana, calificó la tregua como "una puerta hacia una resolución pacífica" del conflicto.
Oeum Raksmey, de 22 años, quien fue evacuada de su casa junto a su familia hacia un refugio en la provincia camboyana de Siem Reap, afirmó sentirse "muy feliz" al conocer la noticia.
"Si dejan de pelear a partir de ahora, estaré muy feliz porque la gente podrá regresar a sus hogares", dijo a la AFP por teléfono. "Pero aún no me atrevo a regresar a mi casa. Sigo teniendo miedo. Todavía no confío en la parte tailandesa".
"Confiar en Tailandia"
Según los más recientes balances oficiales, un total de 47 personas han muerto tras las tres semanas de enfrentamientos: 26 en el lado tailandés y 21 en el lado camboyano.
Los dos reinos asiáticos se han acusado mutuamente de haber desencadenado esta nueva escalada mortal.
Una primera serie de choques en julio ya se había cobrado 43 vidas en cinco días, antes de que se alcanzara una tregua gracias en particular a la intervención de Trump.
El 26 de octubre siguiente se firmó un acuerdo de alto el fuego en Kuala Lumpur en presencia del presidente estadounidense, pero Tailandia lo suspendió unas semanas más tarde después de que varios de sus soldados resultaran heridos en la explosión de una mina en la frontera.
Trump, que ansía el Premio Nobel de la Paz, volvió a intentar mediar en esta ocasión.
El 12 de diciembre anunció un cese al fuego tras hablar por teléfono con los líderes de ambas partes, pero el gobierno tailandés lo desmintió y las hostilidades continuaron.
Empujados también por China y Malasia para poner fin al conflicto, Tailandia y Camboya finalmente aceptaron dialogar directamente tras una reunión de crisis celebrada el lunes por los ministros de Relaciones Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
Sin embargo, la cuestión de la demarcación de la frontera y la soberanía sobre varios de los templos, entre ellos el de Preah Vihear, declarado Patrimonio de la Humanidad, sigue sin resolverse y plantea dudas sobre la durabilidad del cese.
"Pueden confiar en Tailandia. Siempre respetamos nuestros acuerdos y compromisos. Que esta firma sea la última, para que se restablezca la paz y nuestro pueblo pueda volver a casa", prometió el viernes el primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul.
El 8 de febrero se celebrarán elecciones legislativas en ese país.


