Un gorila de 25 años, llamado Bantú, murió el miércoles anterior en su traslado del Zoológico de Chapultepec a Guadalajara, en México. Su fallecimiento, al parecer, se dio producto de un paro cardiorrespiratorio.

El cadáver de este animal –cuya especie está en peligro de extinción– fue desmembrado para la necropsia. El periódico mexicano El Universal publicó fotos del gorila destazado, un hecho que polemizó aún más el tema.

Marielena Hoyo, exdirectora del Zoológico de Chapultepec, calificó el desmembramiento como una “carnicería”. Dijo, además, que “está bien que haya que abrirlo, pero no entiendo por qué fue necesario destazarlo”.

Hoyo indicó que ahora las autoridades deberán dar explicaciones. “Tendrán que dar una explicación puntual para entender el objeto preciso de degollarle la cabeza y quitarle la piel de la cara”, dijo en declaraciones a El Universal.

Activistas mexicanos también criticaron el protocolo del traslado del animal, que tenía como fin continuar con su reproducción.

Suspensión

El gobierno de la Ciudad de México decidió el viernes pasado suspender temporalmente a su director general de Zoológicos y Vida Silvestre mientras se investiga la sentida muerte del gorila Bantú.

La suspensión de Juan Arturo Rivera Rebolledo aplicará “hasta que sean entregados los hallazgos de la necropsia y quede demostrado que no hubo mal manejo de los protocolos establecidos para el traslado del animal”.

Actualmente, se calcula que quedan menos de 175.000 gorilas en estado salvaje en el mundo.