Papa Francisco: 10 años transformando la Iglesia Católica
El 13 de marzo de 2013, el cardenal Jorge Bergoglio fue elegido como nuevo líder de una iglesia envuelta en polémicas.
“El eminentísimo y reverendísimo cardenal Bergoglio de la Santa Iglesia Romana, que ha tomado como nombre Francisco”, para sorpresa de todo el mundo, se convirtió, el 13 de marzo de 2013, en el nuevo líder católico. El cardenal Jean-Louis Tauran confirmó el nombre del sacerdote Jesuita, latino y con ideas que rompían los esquemas tradicionales del Vaticano.
Este lunes, 10 años después de esa quinta votación, en la que más de una centena de cardenales se inclinaron por Jorge Bergoglio (nombre de pila del papa Francisco), el sudamericano tomó varias decisiones que dieron un giro de 180 grados.
“La dirección que ha tomado la Iglesia es irreversible”
Tras los escándalos de abusos sexuales por parte de sacerdotes a menores de edad, el Sumo Pontífice tomó cartas en el asunto y creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, encargada de dar protección a las víctimas.
Además, promulgó dos leyes canónicas que permiten a los jerarcas católicos abrir procesos tras recibir cualquier denuncia.
Francisco también giró la orden de levantar el ‘secreto pontificio’ (asuntos que requieren una reserva y discreción mayor que la ordinaria), acción que permite a las autoridades solicitar toda la información que necesiten para estos casos y que sean parte de los procesos canónicos que la Iglesia ha judicializado internamente.
Quisiera que lo reconocieran no como “el rechazo de la Iglesia”, sino como el de “personas en la Iglesia”.
El Papa caracterizó una apertura de la Iglesia a uno de los temas más controversiales para los creyentes, la comunidad LGTBI.
Con motivo de una carta del padre jesuita James Martin, Francisco respondió a preguntas como “¿qué es lo más importante que las personas LGBT necesitan saber sobre Dios?”, ¿qué le gustaría que supieran las personas LGBT sobre la Iglesia? Y ¿qué podría decirle a un católico LGBT que ha experimentado el rechazo de la Iglesia?.
En la misiva, escrita por el mismo pontífice, manifestó que el rechazo experimentado por las personas se reconociera no como “el rechazo de la Iglesia”, sino como el de “personas en la Iglesia”. "La Iglesia es una madre y convoca a todos sus hijos", mensaje que en palabras del padre Sergio Valverde caló profundamente.
“El Papa ha reconocido la fragilidad de la Iglesia, que hay que mejorar porque la Iglesia somos hombres y mujeres. Somos personas de carne y hueso que sufrimos, que lloramos, que caemos, pero que nos levantamos, que nadie está excluido del error, la fragilidad, la debilidad. Todos estamos llamados a la misma misericordia”, manifestó.
“Nadie puede ser condenado para siempre”
En un discurso cuyo eje principal fue la familia, el exobispo de Buenos Aires hizo un llamado a las personas católicas divorciadas a regresar como miembros activos de la iglesia. Esa intención la reforzó en la exhortación escrita por él, Amoris Laetitia.
“Un pastor no puede sentirse satisfecho solo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones irregulares, como si fueran rocas que se lanzan sobre la vida de las personas.
“Es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado, se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda creer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia”, manifestó.
Poniendo en orden las finanzas de la Iglesia
Bajo sospechas de malversación de fondos y blanqueo de capitales, el Banco del Vaticano fue uno de los puntos más importantes que sufrió cambios en esta década.
El Papa argentino pidió la creación de nuevos órganos de control, cerrar todas las cuentas sospechosas y mayor transparencia.
Como resultado, Angelo Caloia, expresidente del Banco, el abogado Gabriele Liuzzo y Lamberto Liuzzo fueron sentenciados por malversación de fondos.
“Por mis 10 años como Papa, regálenme la paz”
Como parte de las celebraciones por su décimo aniversario como líder de la Iglesia, Francisco pidió, en una entrevista con los medios oficiales del Vaticano, “paz, necesitamos paz”.
Con 86 años, Jorge Bergoglio sigue con la misión intacta de reformar la Iglesia y con la petición intacta que hizo en su primer discurso “antes que el obispo bendiga al pueblo, os pido que pidáis al Señor para que me bendiga”.
