Por AFP Agencia |26 de febrero de 2022, 21:20 PM

Después de meses de dudas, dilaciones o gestos simbólicos o incluso ridículos para respaldar militarmente a Ucrania frente a la amenaza de Rusia, los países occidentales empiezan a enviar armamento hacia Kiev una vez iniciada la invasión.

Con las fuerzas ucranianas ofreciendo una dura resistencia al avance ruso, dirigentes occidentales reconocen un interés genuino en asegurar que el presidente Vladimir Putin paga el máximo precio por la invasión.

Alemania fue especialmente criticada el mes previo a la invasión por enviar 5.000 cascos a Ucrania, un gesto que dejó "sin palabras" al alcalde de Kiev, el excampeón mundial de boxeo Vitali Klichkó. "¿Qué nos enviarán después? ¿Almohadas?", declaró al diario Bild.

Cuando los esfuerzos diplomáticos seguían vivos para evitar el conflicto, Francia y otros países occidentales temían que los envíos de armas pudieran provocar a Putin. Pero cuando el dirigente del Kremlin lanzó el ataque el 24 de febrero, la situación cambió.

Alemania dijo el sábado que enviaría a Ucrania 1.000 lanzacohetes antitanques y 500 misiles tierra-aire de tipo Stinger, un giro de 180 grados respecto a su antigua política de no exportar armas a zonas de conflicto.

Francia también estaba enviando armas defensivas a Kiev, según sus fuerzas armadas. La embajada ucraniana en París indicó que había solicitado particularmente equipo antiaéreo.

Y el sábado por la noche, la presidencia francesa anunció que enviará más combustible y equipamiento militar a Ucrania, además de reforzar las sanciones económicas contra Rusia.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, agradeció a su homólogo Emmanuel Macron "haber respondido a las peticiones de Ucrania en materia de equipo militar defensivo", indicó el Elíseo.

"Coalición antiguerra"

El dirigente ucraniano había indicado el sábado que sus "aliados" estaban enviando armas para ayudar a Kiev a combatir contra las tropas rusas. "Armas y equipamiento de nuestros aliados están camino de Ucrania. ¡La coalición antiguerra está funcionando!", escribió.

Y después del anuncio alemán, tuiteó: "¡Sigamos así!".

No fueron las únicas aportaciones. 

Bélgica anunció el suministro de 2.000 ametralladoras y 3.800 toneladas de combustible, Holanda el envío de rifles de francotirador, cascos y próximamente 200 misiles Stinger; y República Checa entregó 30.000 pistolas, 7.000 rifles de asalto, 3.000 ametralladoras, varias decenas de armas de francotirador y un millón de cartuchos.

Además, Estados Unidos aportará a Ucrania equipamiento militar adicional valorado en 350 millones de dólares para contrarrestar "el asalto brutal y no provocado" de Rusia, anunció el sábado su secretario de Estado, Antony Blinken.

Reino Unido se dijo dispuesto a aportar más apoyo militar, incluyendo armas defensivas letales.

Pero es incierto si esta ola de envíos puede marcar la diferencia cuando, según los analistas, Moscú no ha usado todavía ni siquiera la mitad de las alrededor de 180.000 tropas desplegadas en las fronteras de Ucrania con Rusia y Bielorrusia.

"Sin tiempo que perder"

El ministro ruso de Defensa indicó el sábado que su ejército recibió órdenes de ampliar su ofensiva contra Ucrania "desde todas las direcciones", después de que Kiev rechazara mantener conversaciones en Bielorrusia.

El problema es que pocos "creían genuinamente" en una invasión de todo el territorio ucraniano, "ni siquiera Zelenski", dijo el general Vincent Desportes, antiguo director de la prestigiosa Escuela de Guerra de Francia, que entrenaba a los principales oficiales.

Ahora "todo el mundo hace lo que puede" pero "nadie tiene billones de armamentos suplementario. Todos los ejércitos europeos están subequipados", dijo a AFP. "Cuando envías 2.000 ametralladoras, las sacas de tu propio arsenal. Los ejércitos europeos son ejércitos pobres", insistió.

Los diplomáticos en los cuarteles de la OTAN aseguran que hay un interés en ralentizar el avance ruso y hacer la invasión costosa para Putin. 

Un miembro de la oficina de la presidencia francesa dijo que una combinación de resistencia ucraniana y sanciones contra Rusia pueden ayudar a forzar un alto el fuego.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, criticó la falta de ayuda occidental hasta ahora. Los ucranianos "están luchando por nosotros, por nuestra libertad, nuestra soberanía, para que no seamos los próximos".

"Rusia quiere destruir nuestro mundo como lo conocemos. Tenemos que actuar ahora. No hay tiempo que perder", dijo.