Por AFP Agencia |8 de septiembre de 2022, 5:40 AM

Rothstern, Canadá | El segundo sospechoso de la serie de apuñalamientos en Canadá, que dejó una decena de fallecidos, murió tras su arresto este miércoles, informó la policía canadiense, dos días después de que su hermano y también sospechoso del ataque fuera hallado muerto.

"Poco después de su arresto, Myles Sanderson entró en una crisis de angustia", dijo a periodistas la subcomisionada de la Real Policía Montada de Canadá, Rhonda Blackmore, sin dar más detalles.

"Fue declarado muerto en el hospital", agregó.

Un reportero de la AFP en la escena cerca de Rosthern vio varios vehículos de policía rodeando a una camioneta blanca al lado de una autopista.

Una hora antes del arresto, la policía emitió una alerta por un hombre armado con un cuchillo a bordo de un Chevy Avalanche robado.

Blackmore dijo que la policía, luego de recibir una llamada de emergencia por el robo, ubicó el vehículo y lo "dejó a la orilla del camino en una zanja".

Al final de la tarde del miércoles, la policía había anunciado su arresto en redes sociales: "Myles Sanderson ha sido localizado y detenido", y agradeció a los ciudadanos por haber brindado "información relevante" que condujo a su captura.

"Ahora que Myles ha muerto, es posible que nunca podamos entender sus motivos", lamentó Blackmore, y agregó que se habían hecho más de 120 entrevistas con familiares y testigos sin obtener pistas sobre una motivación.

Se cree que Myles Sanderson y su hermano Damien son responsables de la matanza. Su búsqueda se extendió por la vasta región de las praderas de Canadá.

El lunes apareció el cadáver de Damien, de 31 años, en un campo en la comunidad indígena Cree.

Las autoridades dijeron que probablemente fue asesinado por su hermano Myles, de 32 años, quien seguía prófugo hasta su arresto cerca de la localidad de Rosthern en Saskatchewan.

Myles Sanderson también era buscado por violar la libertad condicional en mayo después de cumplir parte de una sentencia por asalto y robo.

Los ataques a puñaladas ocurridos el domingo en la comunidad indígena James Smith Cree Nation y en la localidad de Weldon, en la provincia de Saskatchewan, dejaron 10 muertos y 18 heridos.

"Sin sentido"

Se desconoce por el momento la motivación de los ataques.

Familiares de las víctimas hablaron sobre su "pesadilla" y pidieron respuestas a las autoridades.

Mark Arcand dijo que los asesinatos, que se cobraron la vida de su hermana Bonnie Burns, de 48 años, y su hijo Gregory Burns, de 28, fueron un "acto horrible y sin sentido".

"Estamos destrozados", declaró en una rueda de prensa. "Todavía se siente como una pesadilla. No se siente real".

"¿Cómo le pasó esto a nuestra familia? ¿Por qué pasó? No tenemos respuestas", afirmó. "Solo sabemos que nuestros familiares fueron asesinados en su propia casa, en su patio".

Arcland narró cómo su hermana había salido rápidamente de su casa para ayudar a su hijo, que estaba desangrándose en la entrada de su casa después de ser apuñalado repetidas veces.

"Fue apuñalada dos veces y murió junto a él", relató. "Estaba tratando de proteger a su hijo".

Una vecina corrió para intentar detener a los atacantes, pero también la mataron a cuchilladas, agregó.

Dijo que su familia y la comunidad tienen "una empinada colina que escalar, y la vamos a escalar juntos, unidos".

"Zona de guerra"

El servicio forense de Saskatchewan publicó los nombres de los fallecidos: seis hombres y cuatro mujeres de entre 23 y 78 años. Todos menos uno eran miembros de la comunidad Cree. El otro era un viudo que vivía con su nieto en Weldon.

Los heridos son 17 adultos y un adolescente, dijo la policía federal canadiense.

Varios de los fallecidos ya habían sido identificados por familiares y amigos en las redes sociales. Entre ellos había un veterano de guerra, un experto en adicciones y una madre de dos hijos que trabajaba como guardia de seguridad en un casino local.

Michael Brett Burns dijo en Facebook que perdió a muchos familiares en la matanza y contó que había "cuerpos por todas partes", "algunos fallecidos y muchos otros con graves heridas de arma blanca y sangrado".

"Era una zona de guerra. La mirada en sus ojos no podía expresar el dolor y el sufrimiento de los que fueron agredidos", afirmó.

Dillon Burns dijo en otra publicación que su madre Gloria murió "protegiendo a un joven mientras lo atacaban", y agregó que "ella habría hecho lo mismo por cualquiera de nosotros (incluso) por el hombre que le había quitado la vida".

A Gloria la encontraron "acostada en la entrada de su casa" con otras dos personas, dijo su hermano Ivor Burns a las emisoras locales.

"Fueron masacrados", señaló.

Las autoridades creen que algunas de las víctimas estaban en la mira de los sospechosos y otras fueron atacadas de forma aleatoria.

Diez personas seguían hospitalizadas tras la tragedia, incluidas tres en estado crítico, según las autoridades sanitarias de Saskatchewan. Otras siete víctimas fueron dadas de alta.

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