Por Teletica.com Redacción |26 de diciembre de 2016, 13:00 PM

Este lunes se celebró en La Joya, San Luis Potosí, México, el cumpleaños número 15 de la joven mexicana Rubí Ibarra García.

Este evento pasó de ser algo local a convertirse en un fenómeno mediático en su país y el extranjero gracias a las redes sociales.

Según medios internacionales llegaron cerca de 20 mil personas, del millón doscientas mil personas que habían confirmado sus asistencia en por medio de Facebook, hecho que hizo que la fiesta se volviera viral. Otros medios mexicanos señalan que la asistencia llegó a las 50 mil personas.

La magnitud del evento llegó al punto de que la policía local destinó más de 50 patrullas con sus oficiales para mantener bajo vigilancia a las personas que asistieran a esta fiesta de quince años.

Además decenas de páginas de internet aprovecharon para transmitir en directo todo el evento por medio de redes sociales como Facebook y Youtube.

Medios mexicanos señalan que Rubí disfrutó la celebración al máximo, la que calificó de increíble por la gran cantidad de personas que asistieron, aún no ocultó su nerviosismo.

La quinceañera lució un vestido fucsia y corpiño bordado y una brillante diadema, lo que no le impidió ocultar su angustia mientras su familia le abría paso entre decenas de fotógrafos que querían inmortalizarla.

Los vecinos del lugar no dejaban de sorprenderse por la gran atención que acaparó la fiesta lo que se tradujo en mejoras para la comunidad, como que llegara la señal de telefonía celular.

Aunque la actividad puso en el mapa al pueblo de La Joya en San Luis Potosí, no todo fue beneficioso para esa región, muchos sufrieron por la llegada masiva de personas.

“Desde ayer no hay gasolina aquí y en Venados, ni modo, nos tenemos que aguantar para poder llenar el tanque”, comentó a medios mexicanos Domingo Reyes, vecino de La Joya.

El fenómeno de la fiesta de cumpleaños de Rubí comenzó con un video subido a internet a comienzos de diciembre.

"Habrá una chiva, que creo que es de 10.000 pesos el primer lugar, y ya los otros dos, por allí nos acomodamos", decía Crecencio Ibarra, el padre de Rubí, con orgullo. "Quedan todos cordialmente invitados".