Legisladores creen que incidente revela problema crónico en el servicio secreto
El escándalo de Cartagena provocó la expulsión de 10 agentes y generó varias investigaciones federales y en el seno del Congreso.
Washington, 26 mar (EFE).- Varios legisladores estadounidenses advirtieron hoy que el episodio protagonizado por varios agentes del servicio secreto, quienes fueron suspendidos tras irse de copas en Amsterdam durante el viaje del presidente Barack Obama a Europa, revela un problema "sistémico" en este cuerpo.
El senador republicano por Wisconsin Ron Johnson criticó duramente lo ocurrido en un extenso comunicado y recordó el escándalo ocurrido en 2012 poco antes de la Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias (Colombia).
"Sigo sin estar convencido de que el comportamiento exhibido en Cartagena, o en el Hay Adams Hotel en Washington, no represente un problema mayor, sistémico o cultural, dentro de un órgano encargado de la protección de los funcionarios vitales de EE.UU., los secretos y la seguridad nacional", afirmó Johnson.
Según se supo anoche, tres agentes del servicio secreto, encargados de la protección del presidente estadounidense, fueron enviados de vuelta a EE.UU. y suspendidos temporalmente el domingo por salir de copas en Amsterdam (Holanda), poco antes de que Obama llegara el lunes para su gira europea.
El senador Johnson, miembro del comité de la Cámara alta para la Seguridad Interna y los Asuntos Gubernamentales, se refirió a las investigaciones que él mismo ayudó a supervisar tras las denuncias anteriores de mala conducta por parte de agentes del servicio secreto, como las ocurridas en Colombia cuando una docena de agentes y oficiales llevaron a prostitutas a sus habitaciones de hotel antes de la llegada del presidente.
El escándalo de Cartagena provocó la expulsión de 10 agentes y generó varias investigaciones federales y en el seno del Congreso.
"Es esencial que la cultura y el comportamiento dentro del servicio secreto de Estados Unidos sean irreprochables para asegurar que la agencia tiene la credibilidad y la integridad para cumplir con su función de vital importancia para la seguridad nacional", reiteró.
El congresista republicano Jason Chaffetz, miembro del Comité de Seguridad Nacional, dijo que las recientes acusaciones son la última prueba de que se trata de un problema arraigado.
"No hay margen para el error en el servicio secreto y debe haber tolerancia cero. Esta no es una agencia donde se puede perder el tiempo", consideró el legislador.
El senador republicano John McCain, fue más comedido.
"Admiro y respeto (a los agentes del servicio secreto) pero cada organización tiene que asegurarse de que se siguen unas normas de conducta", dijo.
Preguntado por si cree que las últimas acusaciones son evidencia de un problema en la gestión del servicio secreto, McCain apuntó que no tiene suficiente información para entrar a valorarlo.
Otros miembros de los comités del Senado y de la Cámara de Seguridad Nacional se negaron a comentar sobre el asunto hasta que reciban más información, la cual ya ha sido solicitada.