Por AFP Agencia |12 de marzo de 2017, 4:01 AM

Kadhim Flayeh golpea su reloj con tres dedos. Es el gesto que utiliza el entrenador del equipo de promesas Air Force Club de Bagdad, conocido como el 'descubridor de estrellas' en Irak, para dar comienzo al entrenamiento debido a que recientemente perdió la voz por un cáncer.

Este técnico de 57 años sufrió el año pasado la extirpación de la laringe debido a un cáncer, pero esto no le ha impedido continuar con su pasión.

Utiliza una 'electro-laringe', pequeño aparato cuyas vibraciones le permiten producir una voz sintética.

No es su único método para comunicarse. En ocasiones escribe algunas palabras en un folio que un entrenador ayudante lee en voz alta. En otras, "una simple mirada es suficiente" para transmitir una consigna, explica.

Pero en los entrenamientos y en los partidos Flayeh usa permanentemente los gestos. "Ya saben lo que quiero decir", aclara.

"Cuando levanto cuatro dedos, ellos presionan al adversario, esto lo comprenden muy bien", continúa.

'El inspirador'

Abrir los dos brazos en horizontal significa que los jugadores deben desplegarse por el campo. Si Kadhim cierra los brazos, los jugadores cierran las líneas y adoptan una formación más compacta.

Para reclamar un marcaje estricto, el entrenador levanta dos dedos de una mano y un dedo de la otra.

"No tenemos ningún problema en comprender lo que quiere decir. Al contrario, recibimos muy rápido sus indicaciones", señala Sadiq Binwane, 17 años, vestido con el  uniforme malva del club.

Flayeh entrena al equipo de promesas del Air Force Club de Bagdad desde 1998 y es uno de los técnicos más populares de Irak. Siempre exigente con los futbolistas, es muy respetado en el panorama deportivo del país.

Conocido en los medios como el 'descubridor de estrellas', Flayeh formó a varios de los grandes nombres del fútbol iraquí de los últimos años. Sus jugadores le llaman 'el inspirador'.

Además de la enfermedad, en los últimos tiempos ha sufrido la crisis económica de su club. "Desde hace dos meses no percibo mi salario", señala, sobre los cerca de $400 mensuales (380 euros), que gana normalmente.

El año pasado se vio obligado a vender su coche y algunos objetos personales para poder pagar su operación en Beyrouth.

Recesión económica, éxito deportivo

Para recuperar el habla, Flayeh debería viajar a Alemania y someterse a una intervención quirúrgica que cuesta $50.000. Muy por encima de sus posibilidades.

Sus antiguos jugadores abrieron una colecta para ayudarle a financiar la operación. Por ahora han reunido $3.500.

La recesión económica afecta a todos los sectores de la economía en Irak, que sufre desde hace tres años la caída del precio del petróleo, su principal fuente de financiación. A esto se añade el coste de la guerra contra el Estado Islámico (EI).

Pero deportivamente las cosas marchan bien para Flayeh. Sus chicos ganaron esta temporada el campeonato local y este filial es una de las claves de la buena marcha del primer equipo, que en 2016 logró la Copa de la AFC (Confederación Asiática), segunda competición continental tras la Liga de Campeones.

"Estamos muy contentos cuando el entrenador levanta los dos puños, quiere decir que está satisfecho con nosotros", subraya otro jugador, Sadiq Binwane.

"La paciencia que mostró a pesar de su estado de salud y su persistencia en el trabajo nos empujan a superar todos los obstáculos", añade.