Justicia venezolana ordena arresto de otro opositor en nueva jornada de protestas
En el oeste de la capital, miles de chavistas participaron en el homenaje a los muertos durante la revuelta popular conocida como Caracazo.
CARACAS, 28 febrero 2014 (AFP) - La justicia venezolana ordenó el arresto de un segundo dirigente opositor, anunció este jueves su partido, en una nueva jornada de manifestaciones de estudiantes contra el gobierno que terminó con algunos enfrentamientos en diversos puntos de Caracas.
El partido opositor Voluntad Popular afirmó que la juez Ralenis Tovar Guilén ordenó la captura de Carlos Vecchio "por la presunta comisión" de delitos como "incendio intencional, instigación pública, daños y asociación", los mismos cargos por los que fue detenido la semana pasada su líder Leopoldo López.
Las autoridades todavía no han confirmado la información, aunque Voluntad Popular señaló en un comunicado que la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (DGCIM) tiene la orden de llevar a cabo el arresto.
A pesar de que este jueves se registraron algunos enfrentamientos entre manifestantes y la policía en dos barrios del este de la capital, el inicio de las fiestas de Carnaval hizo perder impulso a las protestas de las últimas tres semanas, en las que 14 personas han perdido la vida.
Gases y bailes a cada extremo de la capital
Unas doscientas personas bloquearon con barricadas y escombros diversas calles del acomodado barrio Las Mercedes y tiraron piedras a las fuerzas antimotines, que les dispersaron con gases lacrimógenos, después de que entre 2.000 y 3.000 personas se manifestaran pacíficamente.
El alcalde de Baruta, al que pertenece Las Mercedes, Gerardo Blyde, dijo en Twitter que 20 personas fueron atendidas por los servicios sanitarios, "algunas ahogadas" por los gases y "otras con heridas leves que cayeron cuando corrían".
Incidentes similares se registraron cerca de la plaza Altamira, en el cercano municipio Chacao, cuando varios cientos de estudiantes se enfrentaron a fuerzas de seguridad al intentar bloquear la autopista que une la capital de punta a punta.
En el oeste de la capital, miles de chavistas participaron en el homenaje a los muertos durante la revuelta popular conocida como Caracazo de hace 25 años, al que finalmente no acudió el presidente Nicolás Maduro.
Cifras oficiales de la época estimaron en 300 los muertos, mientras que investigaciones independientes apuntan a 2.000 los fallecidos en los disturbios ocurridos entre el 27 de febrero y el 8 de marzo de 1989 por la insurrección contra un ajuste económico decretado por el entonces mandatario socialdemócrata Carlos Andrés Pérez.
Vistiendo de rojo, el tradicional color del chavismo, los seguidores del gobierno cantaron y bailaron las canciones que acompañaron la última campaña presidencial de Hugo Chávez en 2012 y algunos portaron pancartas con la cara del fallecido mandatario: "El 27F es el día en que el genio salió de la botella", se podía leer en algunas.
Diálogo por la paz con ausencias
En paralelo, el ministro de Exteriores, Elías Jaua, era esperado en Brasil tras visitar Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay con el objetivo de exponer la situación que atraviesa su país y buscar apoyo para una convocatoria de la Unasur para analizar el tema.
El miércoles, Maduro instaló un diálogo nacional con empresarios, religiosos y jefes de gobiernos locales ante la ola de protestas que sacude Venezuela.
El líder opositor Henrique Capriles declinó participar de esa cita al calificar el encuentro de "comparsa", al igual que la variopinta coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Maduro reiteró además su voluntad de mejorar las relaciones con Estados Unidos, al recordar que designó a un embajador, y llamó a Washington a formar una comisión para iniciar los primeros contactos en vías de un acercamiento recíproco.
Caracas y Washington carecen de embajadores desde 2010, lo que no ha impedido que Estados Unidos siga siendo el principal cliente del petróleo venezolano y uno de los principales abastecedores de alimentos e insumos a un país con escasa producción local.