Por AFP Agencia |26 de febrero de 2021, 14:46 PM

Santiago, Chile | Autoridades confirmaron este viernes el hallazgo del cuerpo sin vida de Tomás Bravo, un menor de tres años desaparecido hace nueve días en el sur de Chile cuando salió a pastorear junto a su tío abuelo, en un caso que mantenia en vilo al país.

El cuerpo se encontró en un predio a unos dos kilómetros de la casa familiar en la que vivía el menor, de donde salió junto a su tío abuelo, Jorge Eduardo Escobar, última persona en verlo con vida y quien fue detenido como principal sospechoso de homicidio minutos después de que fuera encontrado el cadáver, según informó el fiscal jefe de Arauco, José Ortiz.

"Se logró encontrar el cuerpo de 'Tomasito'. Aparentemente coinciden absolutamente las características físicas, de edad, morfológicas y la ropa", relató Ortiz a la prensa a metros del lugar del hallazgo.

El fiscal explicó que el cadáver se encontraba entre la vegetación al costado de un camino interno de campo dentro de un predio privado, que en los nueve días de búsqueda -en la que participaron más de 400 efectivos policiales, de Bomberos, brigadistas y voluntarios- no había sido revisado.

"Por como se encontró el cuerpo, no se trata de un accidente", agregó Ortiz.

"El hallazgo sin vida de Tomás nos duele y conmueve profundamente. Expresamos nuestras más sentidas condolencias a sus seres queridos. Y toda mi gratitud a todos los que colaboraron con tanto compromiso y entrega en su búsqueda. Todo Chile exige y merece Justicia", expresó el presidente Sebastián Piñera, en un mensaje en Twitter.

El menor fue reportado como extraviado en la localidad de Caripilun, unos 600 km al sur de Santiago, en la región del Biobío. El tío abuelo afirmó que lo perdió de vista solo unos minutos para ir en busca de unos animales que se le escaparon.

Tras su detención, el cuartel de la Policía de Investigaciones (PDI) donde permanecía a resguardo fue atacado por cientos de personas que expresaron su ira por la muerte del menor.

Una de las paredes de contención fue derribada por los manifestantes, que debieron ser dispersados por la policía, que luego trasladó al sospechoso hasta otro lugar.