6 de abril de 2014, 9:43 AM

El Gobierno chileno inició este domingo el reparto masivo de víveres, pañales, frazadas y colchonetas a la población damnificada por el terremoto que golpeo el martes al norte del país, causando la muerte a seis personas.

Vehículos de carga comenzaron a transportar desde primera hora centenares de litros de aceite y agua, miles de kilos de harina, arroz y fideos; así como pañales, frazadas y colchonetas, entre otros enseres, informaron las autoridades.

La mayor parte de la ayuda está siendo distribuida en caletas pesqueras y pueblos cercanos a la cordillera, seriamente dañados por el sismo.

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, que se encuentra en la zona, detalló a los medios que la ayuda llegó el sábado a la zona en aviones de la Fuerza Aérea, en los que además venía un importante "stock" de viviendas de emergencia, que también serán entregadas en los próximos días, luego de remover los escombros.

 “Es un plan completo que va a significar un gran esfuerzo de todo el Gobierno, de las Fuerzas Armadas y de los municipios. La ayuda humanitaria está llegando desde Santiago y se está comprando directamente en los supermercados de la zona que están funcionando", dijo Pañailillo.

Según una evaluación preliminar hecha por el Ministerio de Vivienda, más de 9.500 viviendas resultaron dañadas por el terremoto y una fuerte réplica de 7,8 grados registrada el miércoles.

 De esa cantidad 1.246 viviendas se declararon con daños graves y, por lo mismo, irreparables, en las regiones Arica y Parinacota y Tarapacá.

 Varios ministros del Gobierno se encuentran en la zona norte analizando los daños y tratando de agilizar la ayuda a los damnificados, así como la reposición de los servicios básicos.

"Vamos a disponer la posibilidad de un subsidio de arriendo, que les permita habitar transitoriamente en una vivienda próxima a sus hogares", declaró la ministra de Vivienda, Paulina Saball.