Gobernador decreta estado de calamidad pública en Río de Janeiro a mes y medio de las Olimpiadas
De acuerdo con el diario O'Globo el bache económico del estado no permite "honrar sus compromisos" de cara a los Juegos, que están previstos para comenzar el 5 de agosto.
El gobernador interino de Río de Janeiro, Francisco Dornelles, decretó hoy estado de calamidad pública a raíz de una profunda crisis financiera que afecta al estado, a escaso mes y medio de los Juegos Olímpicos.
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De acuerdo con el diario O'Globo -en su edición digital-, el funcionario alegó que el bache económico del estado no le permite "honrar sus compromisos" de cara a las Olimpiadas, que están previstas para comenzar el 5 de agosto.
La situación es aún más apremiante en vista de que después de los Juegos Olímpicos -que se celebrarán hasta el 21 de agosto- la ciudad albergará los Juegos Paraolímpicos, que tendrán lugar del 7 al 18 de setiembre.
El decreto llama a todos los funcionarios públicos a "adoptar medidas excepcionales necesarias de racionalización en todos los servicios esenciales", publicó O'Globo.
El objetivo del Gobernador es evitar que colpasen servicios como seguridad, salud, educación, transporte y gestión ambiental.
Desde hace varios meses 500.000 funcionarios no reciben su salario de manera constante, entre ellos maestros, médicos y policías.
Datos oficiales dan cuenta de que cerca de 20.000 agentes laboran medias jornadas; la otra mitad lo hacen en la seguridad privada y esto se ha traducido en un incremento del 23% en los homicidios dolosos y en un 27% los robos callejeros.
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Aunque el Gobernador prefiere no dar cifras, los medios de prensa locales hablan de un hueco de "millones y millones" de dólares, en vista de que el grueso de los recursos del estado provienen de la paraestatal Petrobrás, que está sumergida en el mayor escándalo de corrupción que ha salpicado a políticos y empresarios.
De hecho, el juicio político que se le sigue a la mandataria Dilma Rousseff -separada de su cargo- es por este escándalo, aunque ella no es investigada o acusada por corrupción, pero sí pagó un costo político del caso.
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La crisis financiera en Río refleja el mal estado de todo el país, que sufre una dura recesión que podría terminar el 2016 con una contracción del 3,6%.