Internacional

Francia autoriza el velo a las madres a las puertas de las escuelas

Una asociación de madres musulmanas pidió que se les permitiera ir a buscar a sus hijos con el velo puesto.

23 de diciembre de 2013, 5:20 AM

París, 23 dic (EFE).- El Consejo de Estado francés, máxima instancia jurisdiccional del país, recomendó hoy permitir a las madres que van a buscar a sus hijos a la escuela portar signos religiosos, como el velo islámico, decisión esperada con gran polémica por la controversia creada sobre el asunto.
 

Hasta ahora, el Ejecutivo mantenía la norma de que dentro de los patios escolares estaban prohibidos los signos religiosos en aplicación de la ley contra el velo islámico de 2004, pero este principio era aplicado de forma muy desigual en las escuelas.

Una asociación de madres musulmanas pidió que se les permitiera ir a buscar a sus hijos con el velo puesto.

En 2011, el entonces Gobierno conservador francés publicó una circular para aclarar que el velo estaba prohibido en los patios de las escuelas, lo que no sirvió para clarificar la situación.
 

Por ello, ante las quejas recibidas, el Defensor del Pueblo, Dominique Baudis, pidió una aclaración al Consejo de Estado, que se ha mostrado favorable a permitir la prenda en los patios de los colegios.

En su informe, el Consejo señala que el establecimiento podrá exigir neutralidad religiosa a los padres de los alumnos que participen en actividades propias del colegio, tales como excursiones, o si considera que no respetarla puede influir en sus funciones de servicio público.
 

La recomendación del Consejo de Estado deja la pelota en el tejado del Gobierno, que tiene las manos libres para aplicarla.
 

En las últimas semanas, el Ejecutivo ha sido el blanco de duras críticas por parte de la derecha, que considera que ha rebajado la vigilancia en la aplicación de ciertas leyes.
 

La conservadora UMP censuró que la web del jefe del Gobierno publicara un informe que recomendaba, entre otras cosas, volver a autorizar el velo islámico en la escuela y modificar la política de integración del país.
 

Aunque el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, se desmarcó de ese informe, la oposición aprovechó la ocasión para acusarle de querer reintegrar los signos religiosos en las escuelas.