Por Teletica.com Redacción |31 de mayo de 2023, 14:51 PM

Periodista: Luis Zamora.

Por sétima vez en su historia, el Sevilla se corona como campeón de la UEFA Europa League, tras superar en penales a La Roma en el Puskás Aréna, en Budapest, Hungría.

Fue un auténtico duelo de titanes, pero, sobre todo, un duelo directo por preservar récords. 

El Sevilla llegaba a su sétima final de Europa League, con marca perfecta, mientras que José Mourinho, entrenador de la Roma, había disputado cinco finales europeas, resultando vencedor en todas. Algo tenía que cambiar.

El Sevilla dominó el balón durante los primeros diez minutos, pero cuando los italianos lograban recuperar, encontraban la manera de ser efectivos al ataque.

Justo de esa manera fue como se generó la primera de peligro, al minuto 12. Los italianos recuperaron y tras una gran jugada de Dybala, Celik dejó solo a Spinazzola en el punto de penal, para sacar un potente remate que, de muy buena manera, rechazó el guardameta del Sevilla.

La media hora inicial dejó un juego muy friccionado, con ambos equipos priorizando el orden defensivo por sobre el ataque y evitando tomar riesgos.

Al 34' se abrió el marcador. Y tenía que ser Dybala, quien recibió un gran pase desde el medio del campo de Gianluca Mancini, para definir con un remate cruzado ante la salida de Bounou.

Cerca del cierre de la primera mitad, Fernando tuvo en su cabeza la primera clara de los sevillanos. En el área pequeña logró rematar un gran centro de córner que se fue por encima de la portería defendida por Rui Patricio.

En la reposición, Ivan Rákitic tuvo la última chance del primer tiempo. El croata recibió la pelota fuera del área, pero lastimosamente para los intereses de los españoles, su remate de izquierda fue rechazado por el poste.

El segundo tiempo comenzó tal como cerró el primero, con el Sevilla buscando el empate. Ocampos se encargó de generar la primera de peligro para los sevillanos, en un remate de izquierda que salió desviado por encima de la portería.

El empate no se resistió por mucho tiempo más, ya que al 55’, Jesús Navas lanzó un centro desde el costado derecho, que fue rematado en propia puerta por Mancini.

La primera clara para la Roma en el segundo tiempo se produjo mediante la táctica fija. Pellegrini cobró un libre, hubo un remate, varios rechazos y cuerpos en el piso, pero la bola se fue por la línea de fondo.

Lucas Ocampos seguía siendo el más destacado del Sevilla, y en un desborde por el costado derecho, logró colarse el área, en donde fue derribado por Ibáñez para que el árbitro señalara penal. Llegó el VAR y ante la molestia española, se siguió jugando.

Previo al cierre del juego, el Sevilla fue quien tomó la iniciativa, con la misma fórmula de todo el partido: los centros. Un remate de En-Nesyri parecía ser el de la victoria, pero se fue por encima.

El 1-1 se hizo grande y los 90 minutos no fueron suficientes para definir al campeón.

Los tiempos extra transcurrieron sin mayor peligro para ambos equipos, en parte por el gran trabajo de las defensas. Por un lado, la Roma estuvo perfecta defendiendo el juego aéreo, mientras que el Sevilla apeló al orden para no dejar avanzar al rival. 

Tras mantenerse el empate en el tiempo suplementario, la final se decidió desde el punto de penal, en donde Bounou se consagró como figura deteniendo el lanzamiento de Mancini

Tras una tanda perfecta, el argentino Gonzalo Montiel anotó el penal del triunfo para el Sevilla.

Los españoles, además de su sétima copa de la Europa League, se aseguran un boleto a la próxima edición de la Champions League.

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