El mar poco a poco lanza a tierra los cuerpos de quienes intentaron llegar nadando a España desde Marruecos.

Las autoridades han logrado recuperar dos cuerpos.

Ellos y otros miles que sí pudieron llegar a la playa se han convertido en los rostros de la crisis migratoria europea.

Como es el caso de Luna, una estudiante en práctica que consoló a un joven tras llegar a la orilla. Un acto de humanidad que quedó inmortalizado y es llamado por muchos “el abrazo sin fronteras”.

Las fotografías transmiten el dolor de esos migrantes que buscan una nueva vida, pero que serán devueltos a sus países de origen.