Por Teletica.com Redacción |3 de mayo de 2016, 10:50 AM

Donald Trump le tiene la guerra declarada a México. Esto no es un secreto. Y el magnate y precandidato republicano a la presidencia no tiene el menor empacho en reconocerlo, así como tampoco oculta su racismo, misoginia y retórica derechista.

La más reciente muestra de ese desprecio por su vecino del sur la externó hace poco, cuando amenazó -en caso de que ganar la presidencia en noviembre próximo- con gravar con un impuesto del 35% los productos de la firma Carrier, especializada en aires acondicionados, que sean fabricados en México.

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Esto luego de que la empresa anunció que en el 2019 traladará su planta de Indianápolis a la ciudad de Monterrey, en el norte de México.

En un comunicado, Carrier justifica la decisión al asegurar que "los proveedores y competidores también han emigrado a México por motivos de costes y precios".

Y las diferencias son abismales: un trabajador en dicha planta en EE. UU. gana $22 la hora; en la nación del sur esa hora costaría entre $3 y 6.

El diario El País indica que los sindicalistas, tradicionalmente alineados con el Partido Demócrata, celebran que "Trump coloque el libre comercio en el centro de la campaña electoral. Ningún sindicalista es capaz de defender con tal contundencia el 'Made in USA' como el multimillonario neoyorquino. Nadie habla con tanta pasión a favor de proteger los empleos autóctonos y castigar a quienes, como Carrier, se llevan las fábricas al extranjero".

Thea Lee, vicejefa de gabinete en AFL-CIO, la gran central sindical de EE UU., lo explica así: “Que quede claro: Donald Trump nos parece repulsivo, peligroso y deshonesto, pero ha abierto el debate, pero no confiamos en él”.