Críticas en Nicaragua por 'usurpación' del cargo del canciller por parte de la esposa de Daniel Ortega
El diario La Nación reveló, días atrás, que la primera dama de esa nación, Rosario Murillo, llegó acreditada a la cumbre como "canciller en funciones"
La participación de la familia presidencial de Nicaragua en la pasada cumbre de la Celac, que tuvo lugar en nuestro país, ha generado críticas en el vecino país.
El diario La Nación reveló, días atrás, que la primera dama de esa nación, Rosario Murillo, llegó acreditada a la cumbre como "canciller en funciones", cuando en realidad ella ejerce el cargo de Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía. También es la vocera oficial del Gobierno.
A la cita regional también llegaron al país los hijos de Daniel Ortega y Murillo, quienes fueron acreditados como asesores presidenciales.
El diario La Prensa publicó una nota que tituló: “Murillo ‘usurpó’ cargo de Canciller”, cuando el puesto lo ejerce Samuel Santos.
Incluso, el citado rotativo indica que en caso de que el Canciller no pueda asumir sus funciones, estas las haría el vicecanciller, Valfrack Jaentschke.
Para Gabriel Álvarez, experto en derecho constitucional entrevistado por el diario, la situación ameritaría una investigación por nepotismo de parte de la Fiscalía General de la República nicaragüense; incluso, la Asamblea Nacional también debería llamar a cuentas al Mandatario.
Sin embargo, tanto la Fiscalía como el Congreso tienen amplio dominio sandinista.
La nota concluye que “el jurista también opinó que las acciones de Ortega en la Celac han resultado en una trama política que califica como telaraña de mentiras y excentricidades”.
Pero, además, de este hecho la prensa local también consultó con analistas sobre el impacto que los exabruptos de Ortega en la cumbre tendrían en las relaciones bilaterales.
“No creo que eso vaya a distanciar más a ambos países, por lo menos más distanciado de lo que están, no se va a poder”, dijo el experto nicaragüense en derecho internacional Manuel Madriz, al ser consultado por El Nuevo Diario.
Y es que Ortega “cedió el derecho a la palabra al independentista puertorriqueño Rubén Berríos”, hecho que fue censurado por Luis Guillermo Solís. Berríos llegó al país como parte de la delegación del vecino país.
Madriz, lejos de criticar a Ortega, más bien la emprendió contra el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, ya que según su perspectiva trató a otro Jefe de Estado “como si fuera un niño”.