Por AFP Agencia |7 de mayo de 2020, 15:33 PM

El presidente de Brasil Jair Bolsonaro autorizó este jueves el envío de tropas a la Amazonía para combatir los incendios forestales y deforestación ilegal, cuando surgen indicios de que la mayor selva tropical del mundo desaparece aún más rápido que en 2019, cuando la devastación batió récords.

El mandatario ultraderechista ha sido criticado dentro y fuera de Brasil por su política amazónica el año pasado, el primero de su mandato.

Aunque la estación de incendios sólo comienza a fines de mayo con la sequía, ya hay señales preocupantes para este año.

La deforestación en la Amazonía brasileña en el primer trimestre alcanzó 796 km2, un aumento de más del 50% en comparación con el mismo período de 2019.​

Bolsonaro firmó un decreto que autoriza a las fuerzas armadas a emprender "acciones preventivas y restrictivas contra los crímenes ambientales, entre ellos la deforestación ilegal y los incendios forestales".

La medida estará vigente entre el 11 de mayo y el 10 de junio en áreas protegidas, reservas indígenas y otras tierras de la federación dentro de la región amazónica.

La deforestación en la Amazonía brasileña se disparó 85% el año pasado, a 10.123 km2, cruzando por primera vez la marca de los 10.000 km2 desde 2008, de acuerdo con las cifras oficiales obtenidas gracias a imágenes satelitales del Instituto de Investigaciones espaciales (INPE).

Extracción ilegal de madera, minería y ganadería en áreas protegidas son las principales causas que impulsan esta destrucción.

Bolsonaro defiende la apertura de las tierras protegidas y de reservas indígenas para su explotación comercial, argumentando que las poblaciones nativas deberían monetizar los recursos naturales disponibles en sus territorios.

El mandatario ya había enviado a las fuerzas armadas a la Amazonía el año pasado, después de ser fuertemente criticado por minimizar los incendios forestales.