Por AFP Agencia |20 de octubre de 2021, 17:01 PM

Un atentado contra un autobús militar en Damasco y un bombardeo poco después contra una ciudad del noroeste de Siria controlada por los rebeldes se saldaron con al menos 27 muertos este miércoles.

Dos bombas que habían sido colocadas en el autobús explotaron cuando el vehículo pasaba cerca de un puente en el centro de la capital. Catorce de los ocupantes del vehículo murieron en el ataque y al menos tres resultaron heridos, indicó la agencia de noticias oficial SANA. 

De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), oenegé que cuenta con una vasta red de fuentes de información en el país, todos los fallecidos eran soldados. 

La misma organización reportó horas más tarde varias explosiones en la base militar de Al Tanf, utilizada por la coalición liderada por Estados Unidos.

"Se oyeron explosiones en la base de Al Tanf utilizada por la coalición liderada por Estados Unidos", que combate al Estado Islámico, indicó el OSDH, que no precisó los posibles autores del hecho.

La oenegé con sede en Reino Unido señaló que un "ataque con un dron" provocó las explosiones y que se desconoce si hubo heridos o víctimas mortales.

El ataque al autobús ha sido el más mortífero en la capital en los últimos cuatro años, y aún no ha sido reivindicado. Sin embargo, una hora más tarde las fuerzas gubernamentales bombardearon la provincia de Idlib, último feudo yihadista y rebelde en el noroeste del país.

Una fuente militar citada por SANA señaló que un tercer artefacto explosivo "cayó del autobús tras la explosión". 

Imágenes publicadas por la agencia siria mostraban a socorristas inspeccionando el vehículo prácticamente calcinado, en un área generalmente muy frecuentada del centro de Damasco.

Desencadenada en 2011 por la represión de las protestas prodemocracia, la guerra en Siria ha disminuido de intensidad en los últimos años.

"Hacía tiempo que no habíamos visto incidentes así, pensábamos que esto se había terminado", dijo Salam, empleado de una verdulería del barrio.

Se trata del ataque más letal perpetrado en Damasco desde un atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra el Palacio de Justicia en marzo de 2017, que dejó unas 30 víctimas mortales.

Durante el conflicto, Damasco no ha resultado tan golpeada como otras zonas del país, sobre todo desde que militares y milicias aliadas conquistaron el último bastión rebelde cerca de la capital, en 2018.

Bombardeo en Idlib

Cerca de una hora después del atentado en Damasco, las fuerzas gubernamentales bombardearon el bastión rebelde de Idlib, matando a 13 personas e hiriendo a 26 otras, según el OSDH.

Entre los civiles figuran cuatro niños y una maestra que iban camino a la escuela, según un comunicado de UNICEF.

Es uno de los ataques más sangrientos desde que entró en vigor una tregua en Idlib, en marzo de 2020, auspiciada por Rusia y Turquía, los dos principales actores extranjeros en el conflicto sirio.

"A las ocho de la mañana, nos hemos despertado con los bombardeos. Los niños estaban aterrorizados y gritaban, no sabíamos qué hacer ni adónde ir", declaró a la AFP Bilal Trissi, un padre de dos niños que vive cerca de la zona atacada.

"Nos han bombardeado en nuestro barrio y en el mercado. Hay niños que han muerto y gente que ha perdido extremidades. No sabemos por qué, ¿de qué somos culpables?", comentó, desesperado.

En el hospital al que fueron trasladadas las víctimas, un corresponsal de la AFP vio a un hombre llorando junto a los restos de una niña de 10 años.

Al mismo tiempo, seis combatientes de la principal milicia prorrégimen, las fuerzas de Defensa Nacional, murieron y otros siete resultaron heridos el miércoles durante una explosión ocurrida en un almacén de munición de la provincia de Hama, en el centro del país, según el OSDH. Las circunstancias de este incidente no están claras.

Reconquista del régimen

Estos ataques ponen en entredicho los mensajes del gobierno que indica que los diez años de guerra han quedado atrás y la estabilidad está garantizada para iniciar cuanto antes los proyectos de reconstrucción e inversión.

El régimen del presidente Bashar al Asad se esfuerza en salir del aislamiento internacional y había logrado algunos progresos recientemente.

Apoyado también por Irán y milicias aliadas, el ejército ha recuperado casi todas las ciudades principales de Siria.

Pero el país sigue fragmentado. Los kurdos, apoyados por Estados Unidos, controlan el noreste del país, mientras que otras zonas del norte siguen bajo control de los yihadistas y de los rebeldes, o de fuerzas turcas de sus apoyos sirios.