Por AFP Agencia |22 de junio de 2021, 10:33 AM

Un total de 59 países, entre ellos Costa Rica, Estados Unidos y varios europeos, urgieron este martes al gobierno de Nicaragua a liberar a los opositores detenidos en virtud de unas controvertidas leyes, que, a su juicio, impedirían celebrar elecciones "libres".

"La disolución arbitraria de los partidos políticos y los procesos penales contra múltiples aspirantes a la presidencia y disidentes son especialmente preocupantes. Pedimos su inmediata liberación", agregan estos países en el llamado publicado en paralelo a una reunión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, también urgió este martes a Managua a un "cambio urgente" de actitud en el proceso electoral y a "liberar" a los opositores detenidos "arbitrariamente" meses antes de las elecciones.

"Emplazo al gobierno de Nicaragua a un cambio urgente en el curso de acción que está adoptando frente el proceso electoral", dijo Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, llamando a "liberar de inmediato a todas las personas detenidas arbitrariamente".

La expresidenta chilena urgió a "cesar todo acto de persecución en contra de las voces disidentes, restablecer los derechos y libertades que hacen posible un proceso electoral libre, creíble y equitativo, y derogar la legislación restrictiva del espacio cívico y democrático".

A cinco meses de las elecciones generales, las autoridades del país centroamericano han detenido a 19 opositores, entre ellos cinco precandidatos a la presidencia, el último de ellos la ex primera dama María Fernanda Flores, el lunes.

A todos ellos se les aplica una ley aprobada por el Congreso oficialista que permite procesar a quienes, a juicio del gobierno, cometan actos que "menoscaban la independencia, soberanía" e inciten "a la injerencia extranjera".

Estas detenciones, según los analistas, buscan despejar el camino para la reelección del sandinista Daniel Ortega para un cuarto mandato consecutivo al frente del país.

Ortega, de 75 años, encara una crisis política desde 2018, tras manifestaciones contra su gobierno que dejaron 328 muertos y miles de exiliados, según organismos humanitarios.