Por Teletica.com Redacción |21 de octubre de 2019, 20:48 PM

¿Se ha preguntado alguna vez qué sucede si a su perro lo pica un zancudo? Resulta que, como a las personas, los zancudos también pican a los perros; aun cuando su piel y pelo ofrecen algún grado de protección, el animal sigue siendo vulnerable a los piquetes de estos molestos insectos.

Y así como en el caso de las personas, para los perros los zancudos también son portadores de enfermedades, las dos principales y con mayor incidencia: la filariosis y la leishmaniosis. En ambos casos, se trata de enfermedades que requieren de un rápido tratamiento para evitar complicaciones en los perros.

La filariosis, conocida comúnmente como gusano del corazón, es una de las enfermedades provocadas por parásitos más severas en los perros y cuya presencia se extiende -prácticamente- por todo el mundo.

Una vez que el parásito ha ingresado al animal, se reproduce muy rápidamente y se extiende a todos los tejidos del cuerpo utilizando la corriente sanguínea. A los 80 y 120 días, una vez que alcanzaron su madurez, los gusanos se alojan principalmente en el corazón y los pulmones.

El Dr. Víctor Montenegro, especialista en Parasitología Veterinaria, y quien labora en la Universidad Nacional, indica que la filiariosis o gusano del corazón, pueden afectar principalmente a perros que viven cerca de esteros, lagunas, y costas, pues zonas en las que prolifera el mosquitos del género Culex, que es el transmisor de esta enfermedad. 

Montenegro destaca que el mosquito del género Aedes, que es ampliamente conocido y se encuentra en todo el país, por su comportamiento típico no es un vector importante de enfermedades para las mascotas, como si lo es para enfermedades tales como dengue, Zika y Chikungunya que afectan a los humanos.

Entre los signos a tomar en cuenta para sospechar la presencia de esta enfermedad están: tos, dificultad para respirar, cansancio excesivo, intolerancia al ejercicio, pérdida de peso y de apetito, ritmo del corazón acelerado, sangrados por boca y nariz, apatía o depresión, desmayos. 

Es importante que al identificar estos signos acuda de inmediato al veterinario, la detección temprana es fundamental para el buen pronóstico de la enfermedad.

Otra de las enfermedades transmitidas a perros por la picadura de un mosquito es la  leishmaniosis, la cual es poco común en Costa Rica. Se trata de una enfermedad grave y que podría tener consecuencias fatales. Sus signos principales son: pérdida de pelo, descamación, lesiones en la piel y pérdida repentida de apetido y de peso.

Tanto para el caso de la filariosis, como de la leishmaniosis, existen opciones preventivas que protegen al animal antes de ser picado por el zancudo transmisor; para las dos enfermedades esta prevención se da por medio de vacunación o del uso de collares antiparasitarios.

Otros vectores de cuidado

A diferencia del caso de los zancudos, cuyo riesgo para perros es poco conocido, las consecuencias de los ataques de pulgas y garrapatas es cuestión de consulta diaria en todos los consultorios veterinarios.

La garrapata puede vivir tanto en el patio como en el interior de una casa. Su picadura inicial si bien es dolorosa, podría pasar inadvertida para el perro. Este insecto se engancha al animal y se alimenta de su sangre durante días. Su saliva puede ser vehículo de enfermedades graves para el animal, pero -en algunos casos- para las personas también.

Las pulgas por su parte, tienen una saliva que es considerada como altamente alergénica y provoca una desagradable enfermedad en la piel del perro. Estos insectos se suben al animal y depositan en él sus huevos, de donde salen las larvas que, posteriormente, se convierten en pupas. Su ciclo de vida puede ser de 12, 14 y hasta 180 días.