Por Adrián Fallas |2 de febrero de 2020, 7:57 AM

Este 2 de febrero los costarricenses están llamado nuevamente a acercarse a las urnas. Esta vez se elegirán más de 6.000 funcionarios, encargados de velar por el avance de las 82 municipalidades del país.

Las elecciones municipales se desarrollan este domingo y conversamos con Luis Antonio Sobrado, presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) acerca de este proceso y las elecciones nacionales que se desarrollarán en dos años.

¿Qué es lo más complicado a la hora de organizar el proceso electoral a nivel municipal?

Es una elección muy compleja, es más, la elección municipal es más compleja que la elección nacional. Puede ser que sea políticamente menos intensa, pero a nivel organizacional si supone grandes retos para nosotros.

Solo para tener una referencia en el 2018 elegimos a 60 funcionarios, ahora estamos a punto de designar más a 6.000 a lo largo y ancho del país. Si participaron unos 20 en el 2018, ahora son más de 80 y utilizaremos no ocho tipos de papeleta, sino más de 500. Esto supone en realidad la organización de 82 elecciones concurrentes, una en cada cantón de la República, con dinámicas muy distintas y con realidades sociales y políticas diversas.

Tenemos una elección que es la más cercana la ciudadanía y debe vivirse desde cerca, porque estamos eligiendo 82 gobiernos locales, esos gobiernos que tienen la capacidad de eventualmente con una buena gestión de mejorar la calidad de vida de nuestros barrios, es por eso que es un desafío para todos ir a votar y lograr que con nuestro voto mejoremos la gestión municipal o enmendemos, si hay que enmendar, a quienes le hemos encargado la conducción de estos asuntos locales.

¿Cómo hacer para que la gente se interese, investigue y vote en los procesos municipales?

Hemos de recordar que si en la elección nacional la participación ronda el 70&, en las elecciones municipales es el abstencionismo el que ronda el 70%, aun así hemos venido, desde el 2002 a la fecha, con una lenta mejoría en la participación. Pareciera que la gente necesita una década para ir empoderándose de esa facilidad que se le da en democracia, de escoger también a sus gobiernos locales.

En primer lugar, lo fundamental es que la gente asuma su responsabilidad. Al fin y al cabo lo que está en juego no son los intereses del Estado, ni siquiera los intereses del Tribunal Supremo de Elecciones, sino los intereses de la comunidad, de nuestras familias, de nuestros vecinos, la capacidad de resolver problemas que nos están aquejando desde hace muchos años o de premiar, si fuera del caso a los que están ocupando el poder en la municipalidad prorrogándoles el mandato.

Votar siempre es importante. Si las cosas marchan bien porque nos dan la oportunidad de alargar esa representación popular y si las cosas andan mal, sustituir el gobierno con otra orientación, pero necesitamos que la mayoría vaya a votar, para que el resultado refleje el sentir de esa mayoría.

Ojo que no solo nos interesa que vaya a votar mucha gente, sino nos interesa que vayan a votar personas informadas.

Para esos efectos los partidos tienen una acción que están divulgando quiénes se postulan y qué están proponiendo.

Este ciclo de elecciones cada cuatro años ¿es beneficioso, permite una mejora de los procesos?

Soy un firme defensor de separar la elección nacional de la elección municipal. Los primeros pasos los dimos en el 2002, sin embargo, todavía los regidores seguían eligiéndose con los diputados y el presidente y además la elección era en el mes de diciembre, luego de la elección presidencial

Ya logramos independizar llenamente los dos procesos y ya todos los cargos municipales se eligen en una misma fecha y esa fecha es a la mitad del periodo presidencial,

¿Cuál es la ventaja o los beneficios ?: evitar lo que pasaba antes. Antes la discusión de los problemas nacionales y el debate de los candidatos a la presidencia invisibilizaban la discusión de la realidad local y era frecuente que la persona a la que le gustaba un candidato presidencial termina, por inercia, votándole a los candidatos de ese partido en la municipalidad, aunque no fueran buenos candidatos.

Teniendo un evento electoral separado nos concentramos en los problemas locales y también nos concentramos en los candidatos a los puestos de esa municipalidad, lo que hace de ese proceso algo más auténtico, más centrado en lo que corresponde meditar antes de tomar una decisión electoral.

Ya se acercan las elecciones nacionales de nuevo, ¿cuáles son los retos?

Lo que sí es cierto es que ha habido un profundo reacomodo en el país, el sistema de partidos políticos es una cosa diferente hoy en día a lo que pudo ser hace 10 o 20 años. Vivimos una realidad multipartidista., la forma de hacer política ya no son las mismas, si usted ve en las campañas las plazas públicas, que eran la pieza estrenada de un a acción proselitista ha desparecido, el peso de las redes sociales es diferente, las lealtades partidarias se han erosionado. Ya el tema de participar por un partido o por el otro, ya no es un tema de tradición familiar, en fin, es una realidad política totalmente diferente y frente a esa realidad diversa todos tenemos que hacer un esfuerzo para acomodarnos para que el ejercicio democrático sea provechoso.

Me parece que uno de los grandes desafíos que tenemos como sociedad es el tema de las noticias falsas y de la capacidad que tienen de distorsionar un sano debate preelectoral por una parte y lo segundo es que, en esta realidad de proliferación de partidos políticos, como país también tenemos que hacer un esfuerzo mejorar los índices de equidad en la contienda. La verdad es que son pocos los partidos, 4 o 5 de 80 que hay en el mundo partidario, que tienen acceso al 80% o más de la pauta publicitaria, acceso a dinero o contribución del Estado, por tanto, la capacidad del resto es muy limitada de llegar con su mensaje a amplias capas de la población.