Treinta y cinco años después de que la bala de un francotirador impactara en su pecho, el arzobispo Oscar Arnulfo Romero será beatificado el sábado en una multitudinaria ceremonia en El Salvador.

“Quiero destacar en él una personalidad que tuvo su evolución muy clara. Pasó de ser tímido, callado y hasta temerosos en algunos contextos sociales a ser un hombre con mucha fortaleza y valentía para denunciar injusticias”, comentó Fray Gabriel Enrique Montero, obispo de San Isidro de El General.

Los preparativos para la beatificación comenzaron desde que el papa Francisco firmó el 3 de febrero el decreto que reconoció a Romero como mártir de la iglesia al ser asesinado por "odio a la fe".

“Él representaba un justo medio. Condenaba la violencia de la derecha y la izquierda", apuntó Montero. 

¿Quién era y qué hizo monseñor Óscar Arnulfo Romero?

"Monseñor Romero fue un hombre extraordinario, preocupado por su rebaño y es un ejemplo claro al mundo de un pastor que vivió y que sufrió junto a los más pobres", reseñó monseñor Jesús Delgado, quien fue secretario personal de Romero.

El 23 de marzo de 1980, monseñor Romero en una homilía hizo un vehemente llamado a los soldados a desobedecer órdenes de disparar contra el pueblo: "Les suplico, les ruego, les ordenó en nombre de Dios, cese la represión".

Un día después del emotivo llamamiento, un francotirador de la extrema derecha le disparo en el pecho cuando oficiaba la misa ante en la capilla del hospital para cancerosos La Divina Providencia, en el norte de la capital.

El 30 de marzo, la multitud que acudió a su funeral fue dispersada a balazos por soldados que dejaron numerosos muertos.

El magnicidio de Romero, fue el detonante de una guerra civil que duró doce años (1980-1992) y dejó 75.000 muertos.