Por Bárbara Marín |23 de abril de 2023, 8:00 AM

Conforme pasan los años, las bandas criminales de todo el mundo han ido modificando sus metodologías para fortalecer sus actividades, pero Costa Rica mantiene la misma estrategia contra el crimen desde hace mucho tiempo, y hoy nos encontramos desfasados y en una clara desventaja.

Este es parte del análisis que hace el abogado y criminólogo, Andrés Muñoz, quien además es expresidente del Colegio de Profesionales en Criminología. 

Durante los primeros meses de este 2023, hemos presenciado hechos lamentables y violentos, como la noche del jueves 13 y madrugada del viernes 14 de abril, cuando, en menos de 12 horas, el país registró 9 asesinatos. 

Muchos de estos homicidios integran víctimas y criminales de muy corta edad, por esta razón,Teletica.com conversó con Muñoz para tratar de analizar el perfil criminal de los sicarios en el país y analizar soluciones en esa línea. 

Lo que vivimos en nuestro país respecto a los homicidios es una epidemia, los datos así lo demuestran. ¿Cuánto de esa violencia la podemos atribuir a oficios de sicariato y organizaciones criminales?

Prácticamente más del 60%, porque más del 60% de los homicidios dolosos en nuestro país están adjudicados a alguna actividad de esta índole, además, la suma de los delitos que llevamos hoy en día pronostica que podríamos llegar a final de año con más de 900 homicidios, si siguen las mismas circunstancias y los mismos elementos. 

Entonces, sí, lo que tenemos es epidemia y hay que asumirlo como tal.

¿Cuál es el perfil del sicario en nuestro país?

Es una persona masculina, inicialmente teníamos muchos mayores de edad, de 18 años a 35 años, pero ese rango ha venido disminuyendo un poco, puesto que el crimen organizado y el narcotráfico va entendiendo que los menores de edad son propensos a menos condenas privativas de libertad, entonces ya vemos reclutamiento desde los 15 años en adelante, hasta los 25 años…Ahora el rango lo que ha hecho es aumentar.

Las condiciones de vida de esta gente, la escolaridad, otros elementos de acceso al desarrollo humano es lo que se ha limitado, y quizás se ha creado una especie de frustración que es difícil de manejar por estas personas que tienen baja tolerancia a estos elementos, se sienten parte de un grupo que viven los mismos aspectos, bajo las mismas condiciones de vida, y un desanimo contra el Estado, contra los ciudadanos, contra las personas han tenido mejores oportunidades de vida.

Es un gran resentimiento y, entonces, surge la necesidad de solventar ese vacío y las carencias de cualquier forma, sin ningún respeto.

Si nos vamos a números, en el 2017-2018 se hizo un estudio para realizar política penitenciaria, y se conoció que casi el 60% de la población penitenciaria del país apenas tenía la secundaria, los demás no lo tenían, o secundaria incompleta.

Entonces, esto en la ecuación como tal nos dice: Una persona sin preparación adecuada ¿a qué tipo de trabajo u opción laboral va a tener acceso, y qué tipo de remuneración salarial va a recibir de esto?

Este tipo de persona presenta un irrespeto claro a las normas, a las leyes, no tienen ninguna empatía con sus víctimas, si no que los ven como objetos o un elemento más para escalar dentro de la organización.

Lo que sí es indiscutible es que todos son personas que tienen un nivel urbano social marginal muy impregnado en el que se han asociado y han aprendido muchas otras cosas.

¿Es posible que hayan seguido el ejemplo de sus padres o sean padres ausentes?

Si partimos del hecho que todos los seres humanos aprendemos de la imitación y otros elementos que tomamos de nuestro entorno. La gente siempre dice: Se parece a su mamá, se parece a su papá la manera en como se expresa…Y es el simple hecho natural de que imitamos lo que vemos a nuestro alrededor, desde muy pequeños.

Si la familia es criminógena, dedicada a actividades ilegales, es posible que yo pueda entender que eso es lo bueno… Y tal vez ven a las autoridades policiales como los malos de la película, y al contario, mi mamá y mi papá son los buenos de la situación.

¿Lo que tenemos en nuestro país son gatilleros o sicarios? ¿Cuál es la diferencia entre ambos?

Un sicario es aquel profesional que se dedica en un nivel importante a matar a cierto tipo de víctimas, y por cierta cantidad de dinero, por una remuneración importante, incluso, a eliminar víctimas independientemente de la organización, es decir, una persona contratada exclusivamente para ejecutar a una persona específica, y eso no es lo que tenemos en Costa Rica.

En nuestro país lo que tenemos es a un integrante de cierta organización que ha tenido la “oportunidad” de demostrar su lealtad, quien ha recibido la confianza del líder para escalar de puesto en la organización o mantenerse, inclusive, son personas que nunca han matado a nadie y van con mucho miedo a ejecutar la misión que les fue encomendada.

Sin son personas con poca destreza ¿Qué los hace tan peligrosos? ¿Cuáles son esos elementos que les brinda ventaja contra la policía?

Dos de los elementos más peligrosos son: Conformación moral, que no se desarrolló todo lo necesario para que pudiera tener los frenos inhibitorios como todos los demás. 

Gracias Dios, los que se dedican a esta actividad son un porcentaje muy bajo de toda la población del país, lo que pasa es que si causan una percepción de inseguridad muy importante.

Y por otra parte, el segundo elemento consiste en todo lo que está en juego para el gatillero. Hablamos de aceptación en la banda, y las consecuencias que puedo tener en caso de no hacerlo bien.

De esta manera aprenden a subsistir y se sienten más seguros perteneciendo a la organización que estando fuera de ella.

Según los videos que salen a la luz, en donde un gatillero o varios, acaban con la vida de una persona, ¿podríamos decir que tienen técnicas profesionales para ejecutar, o en su lugar, son demostración de desconocimiento?

Hay varios elementos, a veces, el disparar muchas veces tiene que ver con el mensaje que se quiera mandar a la organización que compite contra la mía, o bien, que la persona definitivamente no tiene la habilidad de disparo y quiere cerciorarse de que el cometido que tenía propuesto lo logre a cabalidad.

Y por otra parte, es posible ver que la preparación es básica, no es profesional, y segundo, habría que ver si detrás de esto hay un mensaje, porque no solo vemos la parte inicial, si no también la parte instrumental que es: el quemar el cuerpo, mutilarlo, o algún mensaje escrito sobre el cuerpo…Esto último se da en otras latitudes, pero aquí no estamos tan largo de que algo así nos llegue a ocurrir.

¿Un gatillero en nuestro país tiene la posibilidad de ganar mucho dinero? ¿Es una actividad altamente lucrativa y por eso llama tanto la atención de quienes la ejecutan?

No tenemos documentado para saber a ciencia cierta si alguien que fue gatillero ahora es un gran líder o una opulencia y una estabilidad que ahora esté totalmente desapercibido por las autoridades.

Lo que sí conocemos es que han ocurrido algunos altercados de índole gatillero que les ha ayudado a obtener una posición importante dentro de la organización, pero no limita el riesgo, no limita que los dineros que sustente sean cantidades muy básicas.

Hay personas que han pagado cincuenta mil colones para matar a alguien.También hay quienes no han recibido nada a cambio, simplemente con la promesa de mantenerse en la organización.

Y es ahí donde vemos que, lamentablemente, para estas personas la vida no tiene ningún valor. 

Es una condición de ser agradable al líder de la organización y, si hay alguna ganancia de por medio, podría ser, pero, millonarios o estabilizados, no van a ser. De hecho, muchos participantes en actividades criminales o terminan en la cárcel o terminan muertos.

Si los gatilleros de nuestro país se acercan a las pandillas por carencia de formación, oportunidades, respeto y sustento económico, y además, que la paga es baja y la esperanza de vida aún más… ¿Hay posibilidades todavía para que el Estado cubra esas necesidades, de tal manera que, en un futuro, sean mucho menos los jóvenes que decidan conformar las bandas criminales?

Sí. El problema aquí es que estamos acostumbrados a un populismo político y legislativo que trae las soluciones a corto plazo. 

Estos vacíos en el desarrollo de las personas, de las familias, de la comunidad, nos dejan ver un indicativo de que aún estamos a tiempo todavía. Podemos intervenir de manera integral ciertos sectores, y tratar de lograr algunos elementos.

Y no estamos hablando solo de represión. Es la parte anticipativa del delito, o sea, antes de que ocurra, desde los primeros vestigios conductuales de las personas o de los que se encuentran en riesgo social, porque de ahí es donde viene, lamentablemente, la mayor cantidad de personas que tenemos recluidas en cárcel.

Para quienes ya han sido procesados y se encuentran en un centro penal, ¿Qué hace tan difícil poder instruir algún tipo de terapia psicológica-emocional efectiva? Sabemos que hay pocos recursos económicos, pero los profesionales están…

Los elementos del sistema penitenciario no son malos… Las designaciones y los trabajos que están establecidos y como se quieren llevar a cabo no son malos, el asunto es que a este aparato de humanización, de desarrollo humano no le dimos todas las herramientas desde un principio y tampoco lo dejamos trabajar a su capacidad, si no que, le ingresamos un montón de personas, porque el ingreso de personas no deviene del aparato de Justicia, a espacios donde no caben las personas, a una situación infrahumana, entonces, más que aprender buenas costumbres, aprendemos a profesionalizar la delincuencia y otros elementos que son nocivos en sociedad. Incluso, a tener algún recelo contra el Estado, porque hay algunos estudios que enfocan dentro de la victimización terciaria al delincuente o privado de libertad, como un efecto más victimológico del desacierto del Estado o una mala política estatal.

Es decir, todas las carencias que tuvieron para que llegaran hasta ahí tiene que ver con lo que vivieron en la niñez, sí o sí. Y si el Estado no es garante de esto, los resultados van a seguir siendo los mismos o peores.

¿En condiciones infrahumanas y de hacinamiento no hay ninguna posibilidad de rehabilitar a los privados de libertad para que cuando salgan sean personas con otra motivación de vida?

Con estas circunstancias, será poco probable. El intento está, a veces se plantean bonitos programas, en el 2017 se planteó la primera política penitenciaria del país, pero no ha tenido una secuencia, no se ha cumplido. 

Como el monitoreo electrónico, en principio era restringido, y ahora se está utilizando para casi todos. Si la fórmula se varía, nunca se va a tener el resultado adecuado.

Para los niños que son vulnerables a las organizaciones criminales ¿Cuál sería la mejor opción para evitar que sean reclutados en el futuro?

Si no nos replanteamos lo que estamos haciendo, porque tenemos no sé cuántos siglos de estar haciendo lo mismo, y cada año vemos el aumento, no solo en el gatillero con homicidios, si no de otros delitos, significa que lo que estamos haciendo no está dando réditos…

Hay que cambiarlo, aumentarlo, ser resilientes… Pero si esa evolución no viene de una integralidad, de un trabajo masivo, donde todos nos pongamos de acuerdo y haya un gran director de los programas estatales y privados, no vamos a lograr resultados óptimos, ¿Por qué? Porque si no se logra introducir el mensaje en la persona, que lo aprenda, que lo predique y que lo ejecute como tal, se olvidará de eso.

Los niños que pasan por el programa como el de D.A.R.E. que tiene una duración de 2 o 3 días…Cuando salga a la calle está seguro que no quiere drogas, pero si dentro de un año no recibe ninguna capacitación o herramientas que le ayuden, y refuercen, que lo motiven, y que lo hagan concientizar sobre sto, es posible que pueda caer en las drogas o en otro mal.

Si no hacemos nada diferente a lo que se aplica hoy en día como ¿Cree posible que dejemos de ver gatilleros y empecemos a ver sicarios? O incluso, ¿tentáculos del crimen organizado arraigados a los gobiernos que manejan el país?

Sí, y ya lo estamos viendo…Y la lo hemos visto en otros casos.

El hecho de que antes lográbamos ver algunos sobornos, algunas dádivas a nivel de funcionarios públicos, y que ahora se han transformado en escaños de personas que pertenecen a organizaciones criminales y están ostentando puestos públicos, o sea, que son portillos que ya tienen a lo interno, lo que se conoce como cooptación del Estado... Ya hay países como México, Brasil, Colombia, en donde se ha documentado sobre esto.

Nosotros a veces nos tapamos los ojos ante estos problemas pensando que no nos van a afectar, pero ya lo estamos viendo.

Si no hacemos algo, vamos a llegar a presenciar actos cada vez más violentos, mayor cantidad de personas muertas en un solo evento, vamos a tener más personas muertas en menos de 24 horas, porque la delincuencia también se adecua y es resiliente.

Cuidado y no, empecemos a ver algunas acciones orientadas contra funcionarios, políticos o gente que esté relacionada a casos de crimen con tal de que no resuelva en mi contra.

Sería muy lamentable tener que llegar hasta ese punto para entender la necesidad de actuar.

La idea no es esperarse hasta ahí porque creo, y ya lo han dicho algunos profesionales también, el llegar a ese límite, a ese punto donde ya hay un empoderamiento de tal tipo, de tal magnitud, que la vuelta atrás es más difícil…Ahora es cuando podemos ver esas vías alternas y elementos a los que  podemos atacar… no a la criminalidad, porque eso es lo que venimos haciendo y seguiremos haciendo, si no a atacar de una manera más efectiva, la anticipación del delito.