Por Juan José Herrera |9 de agosto de 2020, 9:00 AM

Eduardo Cruickshank Smith se convirtió el pasado 1° de mayo en el primer afrodescendiente en presidir un poder de la República en la historia de Costa Rica.

Lo hizo con el apoyo de 36 de los 57 diputados que conforman una Asamblea Legislativa que él dirigirá hasta abril de 2021.

Fue una elección sencilla en un momento complejo: su directorio ha enfrentado lo más complejo de la pandemia del COVID-19; esto, según él, también ha derivado en una tensión inusual en el plenario legislativo que le ha valido críticas y cuestionamientos como no se habían visto en la actual legislatura.

¿Qué valoración hace de estos tres meses al frente del directorio legislativo?

Han sido unos meses muy complicados por la situación anormal que vive el planeta y de la que Costa Rica no se puede sustraer. Hemos tenido que buscar que la Asamblea Legislativa funcione en algún nivel de normalidad en una situación de pandemia. La primera gran decisión que tuvimos que tomar fue regresar a Cuesta de Moras para que pudieran funcionar las comisiones, pero sí ha sido muy complicado.

¿Lo ha sorprendido esa complejidad o era lo que esperaba?

Yo sabía que iba a estar complicado, pero no tenía una medición de esa complejidad. Por ejemplo, no tenía calculado el impacto económico en los ingresos del país y los recortes muy significativos que ha tenido la Asamblea Legislativa. No había calculado el tener que sacar adelante el Congreso con un presupuesto tan disminuido y que afecta su normal funcionamiento.

¿Ese escenario influye en la relación más tensa que parece haber entre el directorio y el Plenario?

Yo creo que sí, porque hay más tensión en la Asamblea por el tema del COVID. Cada día que los diputados escuchan el aumento exponencial de los contagios les entra mucho miedo y entonces vienen con alguna tensión que los hace muy susceptibles a que cualquier situación les moleste, eso ha sido parte, pero yo creo que con la mayoría de las fracciones no se ha dado ni se da esa situación, porque yo diría que hay una perfecta relación con fracciones como Liberación Nacional, el PAC, la misma Unidad Social Cristiana, la fracción del Republicano Calderonista (sic) o el PIN. Yo diría que las dificultades han sido más con los grupos independientes.

¿Por qué ellos?

Gran parte obedece a las secuelas de la separación y a los distintos intereses políticos que se marcan. El Partido Restauración Nacional y Nueva República comparten el mismo grupo de electorado, me parece que hay una fricción natural buscando adueñarse o posicionarse en ese electorado, me parece que obedece a eso.

¿Usted dice que hay entonces un interés electoral en esa división que se refleja entre el directorio y ciertos sectores de diputados?

No... bueno, yo de mi parte no tengo ninguna fricción con ellos, más bien es ellos hacia mí, porque yo los he tratado de integrar. Yo me reuní con el representante de ellos antes de la elección porque quería una asamblea de consenso con todas las fracciones y grupos, pero no me dieron su apoyo. De mí hacia ellos no hay ningún problema, los veo como diputados de la Asamblea Legislativa, respetando sus derechos y buscando negociaciones, pero de parte de ellos sí hay una resistencia.

¿Qué dice de los señalamientos que han hecho diputados sobre falta de pericia suya en el manejo del directorio o de no respetar el reglamento legislativo en temas sensibles como el uso de la palabra?

Los diputados que hablan de falta de pericia son, si usted los analiza, los mismos que no fueron parte de la elección de Eduardo Cruickshank. Hay una oposición natural hacia mi persona porque no fueron de los que recibimos el apoyo, entonces ellos van a buscar lo mínimo para tratar de hacerme ver mal, pero eso no es cierto. En tres meses de ejercer la presidencia hemos sacado casi 50 leyes, de manera que hemos venido trabajando y sacando temas muy importantes. Más bien la Asamblea ha vuelto al camino a la normalidad, porque están funcionando Plenario, comisiones y la parte administrativa, antes de mí nada de eso funcionó durante tres meses. Eso que dicen que les negué la palabra es absolutamente falso, más bien si usted pregunta le van a decir que soy muy tolerante en el uso de la palabra, pero hay unos cuantos diputados, que no son aliados para decirlo de alguna manera, y usted tiene que entender que el trabajo de ellos es oponerse a todo lo que hacemos los aliados y buscarán o mínimo para hacer su oposición.

Sin embargo, se ha notado luego de ese último hecho que usted ha buscado ser más conciliador en los últimos días. ¿Es una respuesta a eso?

Yo no tengo preferencias por ningún grupo ni mucho menos, los 56 tienen los mismos derechos y obligaciones y los trato como tal, pero hay algunos con los que relación es más cordial porque son parte de los acuerdos políticos que se hicieron desde que entramos a la Asamblea y hemos estado durante estos años en el mismo bando, y otros han estado en el bando contrario, entonces ellos han adoptado esa posición diría yo que con todas las presidencias, pero ahora se ha agudizado conmigo porque éramos de los mismos y ahora estamos separados.

Le voy a decir algo: Las personas que tomamos decisiones en la vida siempre seremos criticados, porque cuando usted toma decisiones les favorecen a unos y no a otros, nunca va a favorecer a todos, siempre va a haber alguien incómodo por una decisión. Cuando usted es criticado es porque usted toma decisiones, a la gente que no toma decisiones no los critica nadie. Yo prefiero ser criticado por hacer a ser ignorado por no hacer nada.

Dentro de todo lo que se tiene que discutir en el Plenario para atender la pandemia, ¿qué cree usted que no se ha hecho?

A mí me parece que el Poder Ejecutivo ha trazado una ruta que no entro a valorar si es correcta o no, pero así lo ha hecho, y es la de canjear deuda cara por barata y por ahí vamos para poder salvar un poco la situación fiscal, entonces me parece que debemos sacar adelante los proyectos que buscan ese propósito siempre y cuando no sean deuda nueva, porque a eso hay que darle un tratamiento de mayor análisis. Después vienen iniciativas como la ley de contratación administrativa, me parece que debemos sacar adelante la iniciativa del ROP para dinamizar la economía entregándole esos dineros a esos casi 10.800 pensionados que están ahí; ver también un tema de gravar con nuevas tasas impositivas a sectores exonerados, no a los que ya no aguantan más impuestos en sus hombros, sino otros como el sector de cooperativas, zonas francas, casas de apuestas o las rentas altas. También se debe hacer el esfuerzo para dotar a la hacienda pública de instrumentos tecnológicos para hacer un combate feroz de la evasión y elusión, pero verificando que esa inversión de verdad produzca resultados.

¿Por qué se volvió a cambiar el texto del ROP si ya existía una propuesta de consenso dictaminada?

Los proyectos, como su nombre lo indican, son eso, proyectos, y se van mejorando en el camino a través de negociaciones. El texto dictaminado fue el resultado de una primera negociación con todos los sectores, pero seguimos en las negociaciones, favorecer aún más a esos pensionados y dentro del estire y encoje pudimos sacar algunos otros beneficios y llegamos a este nuevo texto que mejora considerablemente la ayuda a los pensionados.

¿Consideraron la advertencia que hizo el director de pensiones de la CCSS sobre cómo adelantar la entrega del ROP podría restarle hasta 15 años de financiamiento al IVM?

Eso está considerado, el texto está consensuado. Yo entiendo esa afirmación porque él tiene que defender la pensión del IVM, pero eso no es cierto. Esta modalidad de retiro lejos de debilitar el ROP le está quitando presión, es un retiro programado para un grupo reducido, dentro del capital del ROP esto representa una suma insignificante, no es un ni un pellizco.

Restauración Nacional ha sido el principal impulsor de esta reforma, particularmente usted y don Carlos Avendaño. Ambos están cerca de tener la edad para pensionarse. ¿Se beneficiarán de esta propuesta?

No, para nada. Es más, yo no recibo ningún beneficio de esa ley, no tengo ningún familiar de ninguna índole que se beneficie de esa ley, no recibo nada con que se apruebe o no, es una pelea que estoy dando por convicción, porque me parece una iniquidad que se le permita el retiro a pensionados de lujo y que se le impidiera a otro montón de costarricenses como si fueran de segunda categoría. Lo que me motiva es frenar esa tremenda desigualdad, esa es la única satisfacción que recibiré cuando se apruebe. Yo he sido abogado litigante toda mi vida y como profesional liberal no cotizo para el ROP, hasta ahora como diputado, pero me entregarán lo que corresponda por este periodo, que es una suma insignificante que me tocará con o sin esta ley.