Por Luis Jiménez |24 de abril de 2022, 8:00 AM

Ni él ni nadie sospechaba que estos últimos años la palabra emergencia y pandemia iban a estar tan ligadas en Costa Rica y en el resto del mundo.

Alexander Solís, presidente Ejecutivo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), inició su gestión en la institución con el equipo de Gobierno del presidente Carlos Alvarado (2018-2022) y, además, lidera el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos.

El próximo lunes 8 de marzo con la finalización de la Administración Quesada Alvarado, el jerarca de la CNE también terminará su mando, dándole paso a un nuevo Presidente que llegará a ocupar una de las sillas que más atención tuvo en los últimos años con la llegada de la pandemia por COVID-19 al país.

Teletica.com entrevistó a Solís para saber más sobre todo lo vivido y realizado. 

¿Al inicio en qué se enfoca para fortalecer el trabajo que desarrolla?

Al momento de asumir la responsabilidad del cargo, nos encontramos con un gran reto y ese reto fundamentalmente es que no se disponía de suficientes recursos para finalizar la atención de los daños por el huracán Otto y, mucho menos, se tenían recursos para poder enfrentar las grandes pérdidas que quedaron posterior al paso de la tormenta tropical.

Además, con el residente Alvarado nos abocamos a gestionar los recursos presupuestarios para poder fortalecer el Fondo Nacional de Emergencia. Asimismo, teníamos el reto de darle continuidad al Plan Nacional de Gestión de Riesgo y fortalecer la institución.

Lo que no nos esperábamos era que tuviésemos que enfrentar una situación de pandemia y una emergencia que lleva ya 26 meses, en los cuales el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo ha estado activo en todo el país.

¿Quién le pide a usted estar al frente de la CNE?

Yo asumo que hay un proceso de análisis previo y en mi caso particular, pues recibo una llamada del despacho del Presidente y luego tengo la oportunidad de entrevistarme con él donde le planteo algunas inquietudes en relación con los principales aspectos que, desde mi perspectiva, se requerían reforzar o darle continuidad.

¿Qué tan difícil es la coordinación con diferentes ministerios u organizaciones con las que tienen que trabajar en una emergencia?

En realidad, no es difícil, desde mi perspectiva, porque a pesar de que hay un cambio de administración, ya hay protocolos y procedimientos que están establecidos. 

Por ejemplo, el mismo día en que asumimos la CNE pudo haber una emergencia grave pero el país está preparado para organizarse en el mando medio, en los equipos operativos y responder como si no estuviéramos con nuevas autoridades.

Eso les permite a las nuevas autoridades, a partir de esos cuadros técnicos, protocolos y procedimientos que, desde hace muchos años operan en el país, atender una situación de emergencia en cualquier momento sin impactos fuertes.

Conforme va avanzando el tiempo, nos vamos adaptamos más a los procedimientos, algunas veces hay que hacer cambios donde uno tiene que negociar con las partes, no solamente con los ministerios o con las presidencias, también con las gerencias y direcciones de otras instituciones.

Hay que tener mucha disposición para poder conversar con todas las partes y en la emergencia más grande que hemos vivido, como lo es la pandemia, fue un factor clave en el desarrollo de las acciones que nosotros ejecutamos en el país, porque no solamente se trataba de establecer medidas de mitigación de nivel central en la parte sanitaria, sino que estas medidas tenían que desarrollarse en los territorios y eso implica una coordinación con todas las autoridades.

La conversación permanente con todos los actores es clave en el desarrollo de las tareas que el Presidente o Presidenta de la CNE tiene que ejecutar cuando asume su función.

¿Cuál fue el reto más importante que enfrentó antes de la pandemia?

Lo más importante que enfrentamos tenía que ver con darle continuidad a la reconstrucción de las comunidades afectadas por el huracán Otto, también los efectos del déficit hídrico que tuvimos entre 2018 y 2019. Esos quizá fueron los elementos más importantes.

En julio de 2018 tuvimos un nuevo evento de lluvias importantes en el Caribe y Zona Norte que generó efectos muy similares a los que se habían presentado en 2015, de modo tal que tuvimos que redoblar esfuerzos también para poder avanzar en las obras de protección, mitigación y de recuperación y el reto mayor tenía que ver con identificar los recursos necesarios para poder alimentar el Fondo Nacional de Emergencia.

¿En algún momento de su vida, tanto en trabajo como en estudios, lo prepararon para una situación como la pandemia o algo más extremo?

Yo creo que nadie en el mundo estaba preparado para enfrentar una situación de esta naturaleza y parte de la clave en el manejo de una gran emergencia tiene que ver con la sinergia entre los equipos colaborativos y coordinación multidisciplinaria que se requiere para esto la cual debe de multisectorial.

Hay competencias que uno va adquiriendo a través de los años, pero ninguna de ellas lo puede preparar a uno para enfrentar una emergencia sanitaria de control de la enfermedad, donde la medida es evitar la movilización y el uso de mascarilla obligatoriamente.

¿Cómo actuó la CNE cuando le informan que hay un virus mortal en Asia que podría propagarse?

El Ministerio de Salud nos llama y nos dice que hay una situación compleja y que estamos frente a la posibilidad de tener una pandemia.

Era claro que había un virus que se estaba propagando en China, así que tuvimos que comenzar a tomar algunas medidas y entonces decidimos activar el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo y todo el mecanismo de preparación para la respuesta con el que enfrentamos emergencias. Tradicionalmente en el país unimos dos sistemas muy robustos: el Sistema Nacional de Salud y el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos.

Nos unimos en una sola estructura que nosotros llamamos el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y con base en eso comenzamos desde enero, dos días antes de que la Organización Panamericana de la Salud emitiera la Alerta Mundial.

Nosotros ya habíamos reunido a las instituciones que tenían competencia directa en esto: Aviación Civil, Ministerio de Seguridad Pública, Migración, Aduanas y, por supuesto, todo el sistema hospitalario las cuales son las instituciones de primera respuesta.

Creamos simulaciones, incluso simulamos en ejercicios de mesa cómo sería la propagación del virus, un poco para poder decir bueno, vamos a requerir comprar esto, tener estos insumos, equipos de protección personal y equipos de desinfección.

Sin embargo, cuando tuvimos los primeros casos y comenzamos a tener la propagación, pero, más que eso, cuando tuvimos la propagación comunitaria ahí prácticamente nos dimos cuenta de que, si bien es cierto, la base que habíamos preparado nos ayudó para los primeros días de la emergencia, teníamos que reinventar absolutamente todo lo que habíamos planteado y es ahí donde uno dice: "definitivamente en el mundo nadie estaba preparado para enfrentar esto".

¿De quién recibe consejos o asesoramientos para enfrentar la pandemia?

Somos una buena red de trabajadores humanitarias que intercambiamos información por los diferentes medios existentes como foros y es ahí donde uno comienza a informarse de lo que está ocurriendo y de las principales acciones.

Debo reconocer que a lo largo de mi vida y mi ejercicio profesional he tenido mentores, personas que han significado mucho para lo que uno pueda hacer hoy día y son esas personas las que comienzan a llamarlo a uno, a escuchar opiniones, así como a profesores, amigos y personas con quien compartí proyectos.

También conversé con algunos expresidentes de la institución con los cuales yo conversaba sobre sus experiencias y cómo podíamos hacer con esto.

En muchos de los casos sabíamos que había que tomar decisiones difíciles y yo recurrí a la auditoría interna y siempre me dijeron que me iban a asesorar para tomar las mejores decisiones para no comprometer las finanzas públicas o el manejo de la emergencia.

Mi equipo más cercano siempre fueron mis amigos y por supuesto mi familia. Mi mamá me estaba dando todo el apoyo y las bendiciones diarias para poder afrontar la crisis. Mi esposa, mi hijo fueron fundamentales pues tenían que asumir una carga muy fuerte y de comprensión porque muchas veces tenía que estar en sesiones de trabajo desde la casa.

¿Cuándo asumió la presidencia se imaginó que iba a enfrentar algo tan grave?

Cuando el Presidente me dice que ya estoy dentro de su equipo y que él va a asumir el riesgo de llevarme a la presidencia de CNE pensé que lo más grave que podía enfrentar era un terremoto, jamás una pandemia.

Las personas que trabajamos en la atención de emergencias y como cualquier ser humano, tenemos temores, inseguridades, nos da miedo algunas cosas y nos da miedo enfrentarnos a las realidades que pueda generar una situación de emergencia y lo que uno nunca quiere es que nadie sufra y ni muera, lo cual es una utopía y uno debe entenderlo.

Cuando asumí el cargo avanzamos de inmediato en declarar el Día Nacional del Simulacro como una fecha en el que todo el país debe participar en un simulacro de evaluación porque este es un país eminentemente sísmico.

En términos de lo que de lo que uno se puede imaginar y qué es lo peor que me podía pasar siendo presidente de la Comisión de Emergencia era tener un gran terremoto, ese era el mayor temor.

El terremoto ocurre en un en una fracción de segundos a diferencia de una inundación donde una puede, con anticipación, preparar a la población por los sistemas de monitoreo con los que cuenta el país.

¿Cómo ha cambiado su vida luego de la exposición pública que ha tenido?

Esto lo veo en términos muy positivos por lo que recibo de las personas, yo creo que la población costarricense es suficientemente respetuosa y culta como para no decirle a uno en la cara cuando no lo quieren.

Sé que hay muchas personas que critican, que ofenden, pero que gracias a Dios eso no me llega.

En todo este tiempo mis personas de contacto y mis amigos más cercanos me protegieron para que yo no vea las redes sociales ni los memes negativos. En la calle yo lo que siento es a las personas muy agradecidas porque me lo expresan y es algo que yo traslado al equipo de trabajo.

¿Se le ha acercado alguien del equipo del presidente electo Rodrigo Chaves para que continúe al frente de la CNE?

No, realmente tengo un nombramiento por decreto Ejecutivo del 8 de mayo de 2018 al 8 de mayo de 2022 y ahí será cuando termine mi gestión.

No he tenido ningún acercamiento con ninguna de las nuevas autoridades y de modo tal no tengo tampoco ninguna expectativa de continuar en la tarea.

¿Qué debe de fortalecer el nuevo gobierno en la CNE?

Hay muchos retos que se deben asumir, pero creo que uno de los principales es darle continuidad al manejo de la pandemia que hemos venido desarrollando en la CNE.

Otro gran elemento en el que hay trabajar es un modelo de gestión de proyectos que implementamos en esta administración, el cual tiene que ver con el proceso de reconstrucción posterior a un evento adverso sobre todos los eventos climáticos o los geológicos y volcánicos que son los que más nos afectan.

La CNE, por la naturaleza de las tareas que tiene que desarrollar, necesita consolidar una nueva edificación y eso no lo hicimos durante la pandemia, justamente por un principio precautorio. En el momento en que nosotros íbamos a hacer el traslado de las instalaciones de la CNE alquilando una edificación y convirtiendo las instalaciones actuales, que sí tienen condiciones sanitarias para operar en bodegas, tuvimos el mayor impacto de la pandemia y ahí tomamos la decisión de no generar un gasto adicional para la CNE.

Spotify TeleticaRadio