Por Mariela Montero Salazar |3 de febrero de 2022, 8:20 AM

Violencia, discriminación y múltiples barreras para acceder al mercado laboral y ejercer puestos de elección popular son algunos componentes del amargo cóctel que diariamente deben tragar las mujeres en Costa Rica.

Aun cuando el país registra importantes avances en legislación —con la entrada en vigencia de la ley que amplió el castigo del delito de feminicidio con hasta 35 años de cárcel en 2021, o la ley que castiga con cárcel el acoso sexual callejero aprobada en 2020— en el día a día, la gran barrera a derribar sigue siendo la misma: pasar del papel a la acción.

En los últimos 15 años, 398 mujeres fueron víctimas de feminicidio en el país. Además, de las 41 mujeres asesinadas solo entre 2020 y 2021, casi la mitad eran madres,  y tres de ellas eran menores de edad. Mientras que otras 37 muertes violentas de mujeres reportadas el año pasado aún se investigan como posibles femicidios.

Recientemente, el propio presidente de la República, Carlos Alvarado, tuvo que disculparse con las mujeres por la publicación de una guía sobre seguridad turística en la que se brindaban recomendaciones sobre la manera de vestir, de interactuar y de comportarse.

Las brechas laborales también persisten. Aun cuando el 57% de las mujeres cuentan con un título universitario solo representan a un 38% de las personas con trabajo, según datos analizados por el Programa Estado de la Nación (PEN)Además, mientras la tasa de desempleo para los hombres es de 12,2%, en las mujeres llega a 19,8%, según datos del INEC.

El país además muestra una sub representación en puestos de elección popular. El porcentaje de mujeres en alcaldías no superó el 12% entre 2002 y 2006 y bajó a 7% en 2020, según un análisis del PEN. 

En este momento, de los 25 aspirantes a la silla presidencial, únicamente 4 son mujeres y, recientemente, la ONU denunció un aumento significativo en los mensajes de odio contra las mujeres en la política en Costa Rica.

Además, el análisis realizado por el PEN de los programas de Gobierno muestra que, aun cuando se incluyen propuestas sobre el tema de la mujer, su porcentaje es bajo. En el análisis se incluyen los planes de Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana, Nueva República, Progreso Social Democrático, Frente Amplio y Partido Liberal Progresista.

En este caso, el FA es el partido con más propuestas concretas dirigidas a la mujer, con 41, lo que equivale a menos del 7% del total; le sigue el PLN con 9, que representan el 3% del total; NR con 6 (4%) y PSD con 2 (10%); mientras que el PUSC y PLP no tienen ninguna.

Según explicó el investigador de Estado de la Nación, Steffan Gómez, en este caso solo se refiere a propuestas concretas, es decir, aquellas donde se describe cómo se va a lograr cumplir con la meta proporcionando algún detalle.

Ante este panorama ¿cuáles son las propuestas de quiénes aspiran a la presidencia para avanzar en equidad de género?

La ampliación de los beneficios de la Red Nacional de Cuido para lograr una mayor inserción de la mujer en el mercado laboral es una estrategia que impulsaría José María Figueres (PLN), Lineth Saborío (PUSC), Fabricio Alvarado (NR), Rodrigo Chaves (PSD) y Eduardo Cruickshank (RN).

En este tema, la propuesta de Cruickshank es "mantener el beneficio hasta tres años después de que las mujeres jefas de hogar hayan superado los niveles de pobreza”; mientras Chaves apunta a “atender la empleabilidad de la mujer, ampliando los criterios de ingreso a las redes de cuido” y Figueres habla de "universalizarla".

Otras medidas apuntan a programas de capacitación, acceso a un crédito para emprendedoras y una mayor incorporación de las mujeres en las áreas STEAM: matemáticas, ciencias, ingeniería, artes y tecnología.

Alvarado implementaría un Fondo de Fomento para Actividades Productivas y de Organización de Mujeres (Fomujeres), administrado por el INAMU, que cree un fondo de capital de riesgo para emprendedoras; y en el caso de Welmer Ramos (PAC) crearía un fondo nacional para la promoción de las mujeres en la Ciencia y la Tecnología y un Consejo para la Autonomía Económica, así como un plan de formación empresarial para mujeres en estado de extrema pobreza.

Feinzaing plantea un programa de avales de microcréditos para emprendedoras en condición de vulnerabilidad y un trato fiscal favorable a empresas que contraten mujeres en áreas rurales y costeras, y Chirstian Rivera (ADC) lanzaría un modelo de crédito, capacitaciones, avales y seguros para la mujer rural emprendedora y la mujer empresaria. También trabajaría en un paquete de incentivos para la mujer rural.

En el caso de Rolando Ayara (CRJ), propone establecer un salario mensual para las mujeres que se encargan de las labores domésticas y del cuidado de su familia; mientras José María Villalta (FA) implementaría una renta mínima feminizada.

En otra línea, Lineth Saborío (PUSC) plantea facilitar los medios para que mujeres jefas de hogar de bajos recursos puedan acceder a proyectos de vivienda con fuentes de financiamiento accesible.

Robustecer leyes que aborden la violencia contra las mujeres y las brechas de género, así como programas de salud especiales para mujeres también son parte de las propuestas. Ingresando aquí usted puede revisar los planes de los 25 candidatos.

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