El sorprendente impacto del ejercicio cardiovascular en los órganos

El ejercicio cardiovascular, también conocido como aeróbico, trabaja los músculos grandes. Al hacerlo, nuestro cuerpo le suministra más oxígeno al organismo con cada latido (especialmente a nuestro corazón) y, a la vez, nuestro sistema pulmonar aumenta la cantidad máxima de oxígeno que nuestros pulmones pueden almacenar.

Este tipo de ejercicio puede realizarse al caminar largas distancias y al correr, aunque estas no son las únicas maneras de ejercitar el corazón y los pulmones.

Entrenar estos órganos tan importantes también es posible con la ayuda de algunas máquinas que se pueden encontrar en los gimnasios, o que muchos tienen en sus propias casas.

Nicolás Zúñiga, entrenador de MultiSpa, amplía todos los detalles en el video adjunto.