Por Deutsche Welle |23 de octubre de 2020, 19:00 PM

Las fuerzas de seguridad recuperaron el viernes el control de la megalópolis nigeriana de Lagos, golpeada por tres días de violencia que dejaron más de medio centenar de personas fallecidas según autoridades y organismos humanitarios.

"La gente ahora podrá salir de sus hogares entre las 08:00 y las 18:00 a partir del sábado", dijo el gobernador Babajide Sanwo-Olu en un discurso televisado en el que anunció una flexibilización del toque de queda, un día después de un discurso intransigente del jefe de Estado.

El viernes, numerosos camiones de la policía con agentes armados con fusiles de asalto AK y efectivos en retenes controlaban a los escasos coches y personas que intentaban caminar a casa o buscar comida, dos días después del establecimiento de un toque de queda total en la ciudad.

El toque de queda se introdujo el martes en un intento de frenar la escalada de violencia, que se había vuelto incontrolable. Posteriormente, las protestas fueron sofocadas, dejando al menos 12 personas muertas, según Amnistía Internacional.

Contra brutalidad policial y corrupción

Esta sangrienta represión fue seguida por dos días de disturbios y saqueos aún mayores en Lagos, la capital económica de 20 millones de habitantes.

El jueves, el presidente Muhammadu Buhari había advertido en un discurso televisado que no permitiría que "nadie ni ningún grupo ponga en peligro la paz y la seguridad nacional", y lamentó haber sido "demasiado débil" desde que se iniciaron las protestas.

Buhari dijo que 51 civiles fueron asesinados desde el comienzo de las protestas contra la Policía, aunque omitió señalar la responsabilidad de las fuerzas de seguridad en esos crímenes. Agregó que 11 oficiales de policía y siete soldados fueron "asesinados por alborotadores", subiendo a 69 el número total de muertos.

Desde hace 15 días, miles de jóvenes en las grandes ciudades de Nigeria han salido a las calles para denunciar la violencia policial y la ineficacia y la corrupción del poder central. Esas manifestaciones fueron pacíficas hasta principios de esta semana.