Por Deutsche Welle |22 de octubre de 2020, 16:50 PM

En 2014 apareció por primera vez el cangrejo azul frente a las costas de Túnez, en el Golfo de Gabés. Al igual que la mayoría de las especies que han migrado al Mediterráneo, es originario de la región indo-pacífica. A través del Mar Rojo, el crustáceo invasor entró en el mar Mediterráneo por el Canal de Suez.

En tan solo unos meses, estos animales se convirtieron en una plaga. Destruyeron las redes de pesca y devoraron los peces capturados. Su presencia fue tan destructiva que los pescadores locales comenzaron a referirse a los crustáceos de color azul brillante como "Dáesh”, el acrónimo árabe del grupo terrorista Estado Islámico.

El Golfo de Gabés es también un lugar importante para las tortugas marinas, que están en peligro de extinción. Las tres especies que se encuentran en el mar Mediterráneo se reúnen en el Golfo de Gabés para hibernar.

Olfa ben Abdallah y su equipo del Instituto Nacional de Ciencias Marinas y Tecnología de Túnez están tratando de comprender mejor el modo de vida del cangrejo azul y la forma de tratarlo. Un primer paso para evaluar su impacto en el ecosistema de la zona.

Mientras tanto, los pescadores han encontrado algunas soluciones propias. Han convertido a los cangrejos en una fuente de ingresos. Considerados un manjar por su carne dulce, los cangrejos nadadores azules ahora son capturados y exportados al extranjero.