Por Deutsche Welle |14 de diciembre de 2019, 8:10 AM

El Ministerio de Defensa de Afganistán informó este sábado que al menos nueve soldados murieron la noche del viernes a manos de talibanes infiltrados en una unidad del Ejército, aunque un responsable local aseguró que los militares abatidos eran más de 20. Fuentes del caso aseguran que siete insurgentes ingresaron a la base y lograron huir tras el ataque.

Los militares "murieron como mártires frente a terroristas talibanes, en la región de Qarabagh, en la provincia de Ghazni” el viernes por la noche, declaró el ministerio, que inicialmente calificó el ataque como una acción perpetrada por un soldado. Un portavoz, sin embargo, explicó a la agencia de noticias AFP que los responsables fueron milicianos talibanes infiltrados.

Esta milicia, por su parte, sostuvo que la acción se trató de un asalto insurgente coordinado contra un punto de control, donde hubo un enfrentamiento. Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes, cifró en dos docenas el número de soldados afganos abatidos, una cifra que se condice con la información entregada por el gobierno regional de Ghazni, que habló de 23 militares fallecidos.

País sumido en la violencia

El Ministerio de Defensa desmintió que hubiera tantos muertos. Lo concreto es que los talibanes suelen exagerar las cifras de fallecidos que dejan sus atentados, y el gobierno minimizarlas, por lo que es difícil saber exactamente qué sucedió y cuántas víctimas fatales realmente hubo. Estas acciones armadas contra puestos de seguridad afganos son cosa de cada día en las regiones remotas del país.

Actualmente, los talibanes controlan más de la mitad de Afganistán, y las operaciones contra las bases son una amenaza constante en un país desgarrado por la guerra desde hace casi 40 años. Las fuerzas internacionales y los soldados afganos han sido víctimas de estos ataques llamados 'internos' en innumerables ocasiones, aun a pesar de que en estos momentos se realizan negociaciones para poner fin al conflicto.