Por Deutsche Welle |9 de junio de 2021, 12:12 PM

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, inauguró este miércoles una enorme planta de procesamiento de gas del grupo Gazprom en el Lejano Oriente ruso, cuya producción estará destinada a China.

"¡Arranquen!", lanzó el mandatario a través de una videoconferencia al director de Gazprom, Alexei Miller, al poner en funcionamiento la primera línea de producción de la planta Amur Gas Processing Plant (GPP), que sería una de las más grandes en el mundo de su tipo.

El monto de este proyecto es de 11.400 millones de euros, según Putin, quien precisó que la planta ocupa 900 hectáreas y que la última fase de su puesta en servicio será en 2024-2025.

Esta planta es un eslabón del gasoducto Power of Siberia, que la proveerá de gas. Finalmente, cuando funcione al 100 por ciento, se tratarán 42.000 millones de m3 de gas por año para transformarlos en helio, etano, propano y butano, entre otros combustibles.

Estos productos tendrán a China como destino, pero también una planta que el grupo petroquímico Sibur está construyendo en las cercanías, que transformará a estos gases en polímeros, gránulos usados en la fabricación de productos plásticos, también para proveer al país vecino.

El presidente añadió que en la construcción del complejo participaron en total más de 35.000 personas: "se trata de gente y empresas de Rusia, Turquía, China, India, Italia, Alemania, Croacia, Serbia, Kazajistán, Uzbekistán y Kirguistán".