Polonia y Hungría no quieren condiciones democráticas para fondos europeos
Ambos países han subrayado su oposición a que los fondos europeos estén vinculados al cumplimiento del Estado de derecho.
El Gobierno polaco reiteró su rechazo a la idea de vincular la distribución de fondos de la UE al respeto a los principios del Derecho, lo que el jefe de gabinete del primer ministro Mateusz Morawiecki, Michal Dworczysk, calificó este viernes como un intento de crear un mecanismo político para presionar algunos países miembros.
Ya en una carta dirigida a los a los jefes de las instituciones de la UE en relación con el presupuesto de la UE, Morawiecki indicó que Polonia mantenía su posición y no podía aceptar la discreción del mecanismo relativo a los principios de cumplimiento del Estado de derecho.
Dworscysk, en una entrevista difundida este viernes por la radio pública polaca, reiteró esta postura y dijo que los mecanismos que se están proponiendo no tienen transparencia y son excesivamente discrecionales. "Seamos honestos: es un intento por crear un mecanismo político a través del cual algunos países de la UE podrían intentar presionarnos, algo que no aceptaremos", dijo.
El acuerdo de principios de noviembre entre el Parlamento Europeo y la presidencia alemana del Consejo de la UE sobre el vínculo entre el Estado de derecho y el presupuesto de la UE supone que la Comisión Europea podrá activar un mecanismo que lleve a congelar fondos en casos en que no se respeten principios básicos como, por ejemplo, la independencia del poder judicial.
Polonia, lo mismo que Hungría, ha amenazado incluso con vetar el presupuesto de la UE si se adopta ese mecanismo, lo que ha generado críticas por parte del principal partido de la oposición, Plataforma Ciudadana (PO).
Orbán lo compara con la Unión Soviética
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dijo este mismo viernes que su país no puede aceptar una vinculación de los fondos europeos con el criterio del Estado de derecho y comparó la propuesta con la antigua Unión Soviéetica.
El líder ultranacioanlista, defensor de una "democracia iliberal" y que ha sido criticado por erosionar los principios democráticos en Hungría, dijo que "no nos pueden quitar el dinero de los húngaros".