Por Deutsche Welle |4 de abril de 2022, 16:38 PM

Un equipo internacional de científicos ha analizado por primera vez las grabaciones de sonido de Marte. El resultado: en el Planeta Rojo predomina el silencio, solo roto por ocasionales ráfagas de viento.

"Solo hay unas pocas fuentes naturales de sonido, a excepción del viento", explicaron los científicos con motivo de la publicación de su estudio en la revista científica Nature este viernes. Sin embargo, las cinco horas de grabaciones sonoras depararon una sorpresa: hay dos velocidades de sonido diferentes en Marte.

Róver Perseverance de la NASA graba sonidos en Marte

Las grabaciones proceden de dos micrófonos del explorador de Marte "Perseverance" de la agencia espacial estadounidense NASA, que aterrizó en Marte en febrero del año pasado. Ahora han sido analizados por primera vez por un equipo de investigadores en torno al autor principal, Sylvestre Maurice.

Las grabaciones eran tan silenciosas que los científicos temían que algo estuviera mal en las mediciones. Pero algo se oía, por ejemplo, el zumbido de las palas del rotor del minitransbordador ultraligero "Ingenio" de la NASA.

Velocidad del sonido más lenta que en la Tierra

Con su estudio, los científicos pudieron demostrar por primera vez que la velocidad del sonido en Marte, de 240 metros por segundo, es más lenta que en la Tierra, donde el sonido viaja a 340 metros por segundo. Esto ya se esperaba porque la atmósfera marciana está compuesta en un 95 % por dióxido de carbono y es unas 100 veces más fina que la de la Tierra.

Sin embargo, la sorpresa fue que el sonido generado por el láser viajaba a 250 metros por segundo, más rápido de lo esperado. "Me entró un poco de pánico", informó el autor principal, Maurice. "Me dije que una de las dos mediciones debía ser errónea porque solo hay una velocidad del sonido en la Tierra".

Diferentes velocidades de sonido para frecuencias altas y bajas

Así que en Marte hay dos velocidades de sonido: una para los sonidos agudos, como los de los láseres, y otra para las frecuencias más bajas, como el zumbido de los rotores de los helicópteros. "Todos estos factores dificultan que dos personas separadas por solo cinco metros mantengan una conversación", explica el instituto de investigación francés CNRS.