Por Deutsche Welle |16 de mayo de 2023, 12:28 PM

Helge Limburg aún recuerda bien el 7 de enero de 2023. Para Limburg, diputado verde del Bundestag, aquel fue un "día de luto y rabia". Es la fecha en la que Mohammad Mehdi Karimi fue ejecutado en Irán. 

Karimi, campeón de kárate, tenía solo 22 años cuando fue "asesinado", en palabras de Limburg a DW, "porque no hubo el debido proceso legal".

Helge Limburg no conocía personalmente a Mohammed Mehdi Karimi. Pero el político de Los Verdes se había comprometido a apadrinar al joven iraní como acto político, por solidaridad con el movimiento democrático en Irán y, sobre todo, con la esperanza de que su compromiso pudiera evitar la ejecución de Karimi.

Los que más aplican la pena de muerte

Mohammed Mehdi Karimi es una de las al menos 209 personas que ya han sido llevadas a la horca en Irán este año, según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.

Irán es uno de los países del mundo que más recurre a la pena de muerte. Así lo refleja el último informe de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional sobre condenas a muerte y ejecuciones en 2022.

El año pasado, al menos 576 personas fueron asesinadas por el Estado en Irán, casi el doble que en 2021. "En Irán, el régimen teme por su poder", analiza Renata Alt. La política del FDP preside la Comisión de Derechos Humanos y Ayuda Humanitaria del Bundestag. 

"Por eso es importante que llamemos la atención, por medio de padrinazgos políticos, sobre los muchos encarcelados. De lo contrario, probablemente serían ejecutadas aún más personas", añade Alt en declaraciones escritas a DW.

Pero también al otro lado del Golfo Pérsico se disparó el número de personas ejecutadas: en Arabia Saudí, 196 personas murieron por la espada del verdugo en 2021. 

"En un solo día, Arabia Saudí ejecutó a la asombrosa cifra de 81 personas", declaró la secretaria general de Amnistía, Agnès Callamard, en la presentación del informe. Irán y Arabia Saudí suman más del 80 por ciento de las ejecuciones registradas en todo el mundo.

Decapitado, ahorcado, fusilado, envenenado

En total, al menos 883 personas fueron decapitadas, ahorcadas, fusiladas o envenenadas por la aplicación de la pena de muerte en 20 países en 2022. 

Es la cifra más alta de los últimos cinco años. Así pues, el número de ejecuciones ha aumentado significativamente en comparación con 2021: se ha producido el espeluznante aumento de más de 300 casos, es decir, más del 50 por ciento. 

Y las ejecuciones en China, que probablemente se cuentan por miles, ni siquiera forman parte de las estadísticas: China trata el número de ejecuciones como secreto de Estado. Lo mismo ocurre en Vietnam. Tampoco hay cifras de Corea del Norte, donde, presumiblemente, la pena de muerte también se aplica a menudo.

En este sombrío panorama general, hay algo parecido a un rayo de esperanza: otros seis Estados abolieron la pena de muerte en 2022, total o al menos parcialmente. 

Especialmente en África, la marea cambió: Sierra Leona y la República Centroafricana abolieron la pena de muerte por completo, Guinea Ecuatorial y Zambia, en gran medida. Y Liberia y Ghana ya se están preparando para abolirla.

A finales de 2022, un total de 112 Estados habían abandonado por completo la pena de muerte. Y casi dos tercios de todos los miembros de las Naciones Unidas, es decir, 125 países, votaron en diciembre a favor de una moratoria sobre el uso de la pena de muerte. Tal vez se esté acabando el tiempo para la condena máxima.

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