Por Deutsche Welle |23 de julio de 2020, 11:19 AM

Para la mayoría de la gente, mudarse al escritorio de casa, al comienzo de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus, fue un salto en agua fría. Se necesitaban nuevos procesos, una nueva administración de tiempo. Había nuevos factores perturbadores y de distracción y, ciertamente, había algunas dificultades técnicas que superar.

No tan malo

Pero ahora, la mayoría de trabajadores parece haber aceptado bastante bien esta nueva situación, según un estudio de la compañía alemana de seguros de salud DAK. Mientras que el 21 por ciento de los empleados se sentía regularmente estresado antes de la pandemia, solo el 15 por ciento dijo sentirse estresado durante, o incluso a pesar de, la crisis provocada por el COVID-19. Mientras tanto, la proporción de empleados que nunca o solo ocasionalmente estaban estresados subió del 48 al 57 por ciento.

Los institutos de investigación IGES y Forsa entrevistaron a unos 7.000 empleados para el estudio de la DAK, antes y durante la pandemia. De aquellos que ahora trabajan regularmente en casa, el 56 por ciento dijo que eran más productivos allí que en la oficina.

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Dos tercios también dijeron que podían combinar mejor el trabajo y la vida familiar trabajando desde casa. Un número similar está satisfecho con el tiempo ahorrado desde que se eliminaron los desplazamientos al centro de trabajo.

"Trabajar desde casa no solo reduce el riesgo de infecciones, sino que también da beneficios en términos de equilibrio mental", dice el director ejecutivo de DAK, Andreas Storm.

Pero...

Los resultados positivos deben ser utilizados para el futuro, "sin ignorar los aspectos negativos del teletrabajo, que también existen", asegura Storm.

Según el estudio, casi una de cada dos personas echa de menos la clara separación entre trabajo y vida privada. Entre los jóvenes de 18 a 29 años, esto es incluso criticado por una mayoría del 52 por ciento. Y al 75 por ciento de los encuestados también le hace falta el contacto directo con sus colegas.

Sin embargo, muchos de los afectados ya no quieren prescindir del home office: el 76,9 por ciento de los empleados que solo han trabajado regularmente en casa desde la crisis del coronavirus desearían continuar trabajando de esta manera en el futuro, al menos en parte.

El impulso de la digitalización

La investigación de la DAK también reveló otro efecto secundario positivo de la pandemia: la mayoría de los empleadores (57 por ciento) ampliaron notablemente las oportunidades de trabajo digital. Los pioneros digitales, es decir, las empresas que, según la experiencia, introducen la nueva tecnología digital de forma rápida y lo más ampliamente posible en el lugar de trabajo, están experimentando el mayor impulso.

Pero los rezagados digitales también reaccionaron durante la crisis. Entre las industrias que han ampliado o siguen ampliando las oportunidades de trabajo digital durante la crisis se encuentran los bancos y las compañías de seguros (80 por ciento) y los proveedores servicio de tecnologías de la información (75 por ciento). La industria automotriz, la cultura y los medios de comunicación respondieron ligeramente por encima de la media (68 por ciento cada uno). Al final, el COVID-19 podría ayudar a cambiar nuestra vida laboral de forma permanente.

¿Nueva normalidad?

El presidente de la Cámara de Industria y Comercio Alemana (DIHK), Eric Schweitzer, frenó un poco la euforia y fue crítico en declaraciones a la agencia de noticias dpa, al menos en lo que respecta a la aplicación. Aunque también espera más videoconferencias y menos viajes de negocios, cree que a largo plazo la mayoría de las empresas no podrán ser manejadas desde el ordenador.

"También hemos notado que podemos hacer muchas cosas que antes no creíamos posibles", admitió Schweitzer. "Sin embargo, no debemos hacernos ilusiones de que podemos manejar toda nuestra vida de negocios desde casa. A largo plazo, la mayoría de las empresas no pueden ser controladas desde una computadora”, dijo Schweitzer.

¿O tal vez sí? Siemens adoptó recientemente un nuevo concepto según el cual el trabajo móvil funcionará a partir de ahora como un elemento central de la "nueva normalidad".

"La crisis del coronavirus ha desencadenado un aumento en la digitalización. El trabajo móvil siempre ha existido en Siemens, pero ahora vamos un paso más allá", señala Roland Busch, CEO y actual director laboral de Siemens AG. La compañía también espera que el nuevo concepto de trabajo desarrolle aún más su cultura corporativa. "Esto también se asocia con un estilo de gestión diferente, que está orientado a los resultados más que a la presencia en la oficina", agrega Busch.

El principal grupo tecnológico alemán quiere establecer el teletrabajo como un estándar en toda la empresa a partir de ahora, al menos durante dos o tres días a la semana. Esto alcanzaría a más de 140 mil empleados del grupo en 43 países, incluyendo alrededor de 45 mil en Alemania.

A pesar de todo el escepticismo, el presidente de DIHK, Schweitzer, también espera que el mundo laboral cambie significativamente al final: "No volveremos a los tiempos antes del coronavirus".

De hecho, el teletrabajo debería sobrevivir después de la pandemia, no solo por las experiencias positivas de muchos empleados. Según una encuesta del Instituto Ifo de Múnich, el 54 por ciento de las empresas también esperan que esta forma de trabajo aumente de forma permanente.