Por Deutsche Welle |2 de septiembre de 2021, 14:39 PM

A Angela Merkel le gusta cocinar sopa de papas y hornear tortas de ciruela, platos típicamente alemanes. Ahora que se retira, se podría pensar que tendrá tiempo suficiente para prepararlos. Pero la noche del 26 de septiembre no será en absoluto el momento del final de su trabajo como canciller. Angela Merkel quiere seguir en el cargo hasta que se haya formado un nuevo gobierno. "Se me requerirá y se requiere que siga. Eso será así hasta los últimos días de mi gobierno”, subrayó recientemente.

En promedio, en las últimas décadas se tomó juramente a los nuevos cancilleres y al gabinete de gobierno entre cinco y seis semanas después de las elecciones. En 2017, sin embargo, hubo que esperar cinco meses y medio para que estuviera lista la nueva coalición de gobierno. Es decir, que podría pasar que Angela Merkel superara incluso a su mentor, el excanciller conservador Helmut Kohl, que fue el que más tiempo permaneció en el poder hasta ahora. Su gobierno finalizó en 1998 luego de 5.870 días. Para romper ese récord, Merkel debería seguir en el cargo hasta el 17 de diciembre de 2021.

Leer y dormir un poco más

En julio, durante una visita a Washington, se le preguntó a Angela Merkel cómo se imaginaba su retiro. Mientras en varias oportunidades respondió con evasivas, esa vez dejó entrever que primero quería tomarse una pausa y no aceptar invitaciones. Tendrá que acostumbrarse a que otros harán su tarea. Pero, añadió: "Creo que eso me va a gustar mucho”.

En su nuevo y bien merecido tiempo libre quiere pensar "en lo que realmente le interesa”. En los últimos 16 años tuvo muy poco tiempo para eso. Y con una sonrisa pícara, la canciller saliente -que en el momento de esa pregunta había recibido el título de doctor honoris causa de la Universidad Johns Hopkins- agregó: "Después trataré tal vez de leer, y se me cerrarán los ojos, porque estoy cansada. Entonces trataré de dormir un poco, y luego veremos dónde aparezco”.

Las investigaciones de "Miss Merkel”

Un artista de la fotografía y un autor de novelas policiales ya prevén el futuro. Andreas Mühe fotografió a una doble de la canciller alemana en poses de mucha calma y soledad, y presentó sus obras en una exposición.

El escritor David Safier, por el contrario, piensa que Angela Merkel se aburrirá mucho sin su abultada agenda. En su novela negra humorística "Miss Merkel” narra las dificultades de la excanciller con la vida en el campo luego de mudarse a su casa de vacaciones en Brandeburgo. ¿Solo caminar y hornear pasteles? Inspirándose en las novelas de la británica Miss Marple, de Agatha Christie, Safier hace que Merkel se tope con un asesinato y empiece a investigarlo con entusiasmo.

Su jubilación está asegurada

Un libro con mucho humor que plantea una pregunta por demás justificada: ¿puede una persona que tuvo durante décadas una vida planificada hasta el último detalle desconectarse rápidamente? "Uno se da cuenta de lo que extraña casi siempre cuando ya no lo tiene”, dijo Angela Merkel recientemente en Berlín.

Merkel, que el 17 de julio cumplió 67 años, no deberá preocuparse por sus finanzas. Actualmente, la canciller gana 25.000 euros por mes. A eso se suman algo más de 10.000 euros que le corresponden como diputada del Parlamento, al que pertenece desde hace más de 30 años. Cuando Angela Merkel deje de trabajar, seguirá recibiendo su salario durante tres meses, y luego la mitad durante un máximo de 21 meses como salario de transición.

15.000 euros por mes

Para calcular jubilación se toma en cuenta lo que le corresponde por su actividad como canciller, ministra y diputada del Bundestag. A Merkel la beneficia el hecho de que estuvo muchos años en servicio. Los cálculos exactos -con cinco decimales- se encuentran en la Ley Ministerial de la Nación, de 1953. A las y los cancilleres les corresponde, luego de un mínimo de cuatro años en el cargo, un 27,74 por ciento de su salario actual. Con cada año en el puesto, ese derecho aumenta en un 2,39167 por ciento, hasta un importe máximo del 71,75 por ciento.

Como resultado de esos cálculos, Angela Merkel puede contar con un sueldo de cerca de 15.000 euros por mes. Además, tiene derecho hasta el fin de sus días a protección personal y a un automóvil de servicio con chofer. A eso se suma una oficina en propia en el Parlamento junto con una persona responsable de la oficina, dos asesores técnicos y un mecanógrafo.

¿Una segunda carrera para Merkel?

Los exempleados del gobierno están obligados a la discreción, pero, aunque no pueden hablar, son apreciados en el área económica como asesores por sus numerosos e importantes contactos políticos. Algunos predecesores de Angela Merkel pasaron a desempeñarse en la economía. Helmut Schmidt, por ejemplo, se transformó en 1982 en editor del periódico Die Zeit y fue un orador muy solicitado. En una entrevista de 2012 dijo: "Tomé como norma no dar ninguna conferencia por menos de 15.000 dólares”.

Los excancilleres Helmut Kohl y Gerhard Schröder supieron también, incluso mejor que Schmidt, aprovechar su pasado político y convertir su renombre en dinero contante y sonante. Kohl fundó una consultora política con la que ganaba muy bien como lobista y asesor.

La "causa” de Schröder

Gerhard Schröder, por otra parte, causó mucha polémica cuando, en 2005, pocos meses después de retirarse como canciller, decidió prestar servicios a la compañía del gasoducto Nord Stream, filial de la rusa Gazprom. Cuando era aún canciller, Schröder abogó por la construcción del gasoducto.

Entretanto, la ley dicta que los exmiembros del gobierno tienen que consultar en la sede del gobierno alemán, la cancillería, antes de un traspaso a la economía, para determinar si su actividad va en contra de los intereses públicos. Una comisión de ética asesora al gobierno, que, en caso de duda, puede requerir una pausa de 18 meses antes del cambio.

El esposo de Merkel, Joachim Sauer, se queda en Berlín

¿Aspira Angela Merkel a un nuevo puesto o a una actividad voluntaria ad honorem? Hasta ahora no ha dicho nada acerca de eso. Al menos, se ve como probable que en un principio se quede en Berlín. Su esposo, el químico cuántico Joachim Sauer, todavía no piensa jubilarse. Si bien es profesor emérito en la Universidad Humboldt de Berlín, al científico de 72 años le prolongaron su contrato como investigador senior hasta 2022.