Por Manuel Granda |18 de agosto de 2020, 18:25 PM

Mientras se prepara para su ensayo, aprovecho un breve descanso y me acerco a Carmen Chinchilla, quien muy concentrada repasa la letra de una canción, acompañándola con un movimiento en su pie.

-Carmen, contame, ¿cómo has tomado la falta de ritmo que te señala el jurado?

Ella me vuelve a ver y con su mirada parece decirme “¡qué preguntas las tuyas!", pero después de unos breves segundos me responde.

“Esto para mí ha sido muy difícil, la canción de Mari Trini, salió perfectamente bien en ensayos, pero al escucharme en algo más abierto, no sé si es que yo no me escucho, o no escucho la música como debe ser, la sétima gala será una prueba. Luis Montalberg, Flor Urbina y yo hemos estado trabajando en este asunto del ritmo y del tiempo, es más, tengo un hermano que es músico y me dice que parece que soy arrítmica. La verdad, así hay un montón de gente, lo extraño es que a veces sí puedo y a veces no puedo, no tengo la respuesta”, nos quedamos viendo unos momentos, no tengo más preguntas y ella no tiene más respuestas.

Anoto en mi libreta lo que Carmen me cuenta y no sé cómo ahondar en este tema, pero como mencionó a Montalberg, su profesor de canto, me dirijo al estudio en el que están ensayando y le hago señas para que se acerque, lo saludo y de una vez le pregunto si él tiene alguna respuesta con respecto al problema de Carmen en el escenario, le especifico que es el de llevar el tiempo en las canciones. Él asiente con la cabeza y se queda pensando un momento, parece que lo tomé desprevenido, pero acierta a responderme: “si vos la ponés a bailar, ella te baila en tempo, ella lo tiene, simplemente no lo ha conectado en una cuestión de métrica”.

Le insisto a Luis que me explique un poco más, nos apartamos hacia un lado del estudio, porque están subiendo escenografía al escenario. Montalberg le hace señas al jefe de piso para que le dé tiempo y me dice:  “Carmen y yo trabajamos en un espacio pequeño, por ejemplo, para la semana pasada a Mari Trini la teníamos bien a nivel de tiempo y afinación, yo creo que a  lo mejor podría ser algo del manejo del espacio más amplio, al monitor que tiene, porque ella entra en un ritmo y se queda en ese ritmo consistentemente, eso también me tiene intrigado, pero vamos trabajar en eso para esta semana y las que vienen, vamos a ensayar aquí, directo en el escenario, es el lugar indicado”.

Quedo satisfecho con la respuesta y mientras pienso cómo redactar la nota, dejo por aquí estos apuntes y me quedo esperando el ensayo, a lo mejor esta sétima gala le dé a Carmen la satisfacción de “robarse” el tiempo y tono de la canción “La ladrona” de Diego Verdaguer.