Por José Fernando Araya |11 de diciembre de 2016, 12:54 PM

Con algo de presión y apegado a la lógica, Saprissa sacó la tarea y derrotó 2-0 al Santos de Guápiles sin mayor sobresalto, lo que le permite preparar el escenario para el próximo jueves cuando enfrenten al Herediano en un juego de todo o nada.

La presión se hizo presente en el Ricardo Saprissa, sobre todo en una primera parte con poca claridad, pese al dominio de la pelota de los morados.

Y es que el triunfo ante Santos, le aseguró a los tibaseños cerrar una eventual final en la ‘Cueva’, de ahí las presiones del caso.

Los dirigidos por Carlos Watson eran conscientes de la necesidad de los tres puntos, pues de lo contrario prácticamente tendrían que disputar una gran final ante los florenses.

Daniel Colindres fue el primero en llevar susto al arco rival, pero su remate pasó saludando el poste largo de Marco Madrigal.

Antes, el propio meta del Santos ya le había detenido un mano a mano con gran reacción, lo que parecía poner gris la tarde para los morados.

Incluso, los caribeños se animaron a ir al frente y Raymond Salas bien pudo silenciar el estadio en apenas 25 minutos, de no ser por la intervención de Danny Carvajal.

Las caras en las graderías eran de preocupación para los aficionados, pues el empate sin goles abrumaba y daba alegría a la feligresía rojiamarilla.

Otra vez Calvo.

No fue hasta el 54 que se abrió el marcador…

Francisco Calvo -ya acostumbrado a vestirse de héroe- se aventuró en zona ofensiva nuevamente, una misión que ya le está gustando.

Marvin Angulo mandó un pase como navaja a ras del suelo que cruzó la mirada de todos los defensores del Santos, y allí, a la espalda de todos apareció Calvo para asestar el golpe necesario para abrir el marcador.

El gol de Calvo, quien llegó a su octavo del torneo, llegó justo en el momento ideal, pues la desesperación comenzaba a crecer cada vez más.

Con la tranquilidad de la ventaja Saprissa se quitó un peso de encima y jugó con mayor soltura y volumen de juego.

Y cuatro minutos después, la figura del charrúa Fabrizio Ronchetti apareció en el área para asestar de cabeza el 2-0 que disipaba todas las dudas.

Ronchetti celebró con gran gesto su gol dedicándolo a su compañero Hansell Arauz, quien fue operado el viernes y estará fuera casi seis meses.

El partido se diluyó con la fuerte lluvia de Tibás. Los morados comenzaron a pensar en el compromiso del jueves, la verdadera prueba morada.

Un empate o triunfo florense obligará a una gran final entre ambos equipos.

Un triunfo morado hará que el título 33 llegue a las vitrinas moradas.

El desenlace de esta historia se sabrá el jueves a partir de las 8:30 p. m. transmisión de Teletica. Hagan sus apuestas. 

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