Por Rodolfo González |16 de febrero de 2021, 10:51 AM

Según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) solo en el pasado mes de enero, murieron 22 personas por tomar bebidas alcohólicas con metanol. Es decir, en promedio una persona falleció cada 32 horas.

Si hacemos un recuento y sumamos los dos años anteriores, estaríamos hablando de más de 200 muertos. 

Los datos, presentados este lunes en el programa 7 días, apuntan a que el problema no es pequeño, pero considero que ha sido minimizado por dos razones.

Primero, porque la pandemia de COVID-19 le quitó protagonismo y no es para menos, una pandemia global no se da todos los días. Evidentemente, la amenaza es mayor con el coronavirus.

Segundo, muchos creen que el riesgo es para la gente que vive en la calle, pero esto no es cierto. Las autoridades consideran que otro grupo que podría ser presa fácil, son los jóvenes que dan sus primeros pasos en fiestas, y que, con poco dinero, terminan comprando licor de dudosa procedencia.

A estas alturas hay más interrogantes que respuestas. Todavía el OIJ o el Ministerio de Salud no tienen idea clara de cómo está llegando el metanol hasta las botellas. 

Hay varias hipótesis pero ninguna con asidero suficiente para detener a alguien o para esclarecer si hay error humano en la preparación de las bebidas o más bien mano criminal.

Es por eso que las mismas autoridades creen que el problema está lejos de desaparecer y más bien temen que crecerá.