11 de enero de 2022, 9:00 AM

Bernal Fonseca - Empresario, comunicador, presentador y productor televisivo.

Estamos a pocos días de visitar las urnas y los temas van y vienen; la situación económica y fiscal, el estado del sistema educativo, problemáticas de índole social y la generación de empleo, por ejemplo, sin embargo, el gran pendiente que no aparece aún con la fuerza necesaria es cómo vamos a llevar al país hacia lo que exige la era digital y sus bases de conocimiento tecnológico.

Hasta ahora sigue existiendo la tensa calma a la que me refería al finalizar el año en materia de campaña política, las personas candidatas no despuntan, se mantiene un frío accionar popular, la indecisión del voto se mimetiza de desinterés y seguimos escuchando las mismas propuestas que caracterizan los discursos aprendidos de cada campaña.

¿Será que quienes pretenden estos cargos ya se sentaron a analizar el potencial de la industria tecnológica como base para solucionar las problemáticas del país?, ¿será que tienen en sus equipos de trabajo personas con el conocimiento combinado entre las necesidades del sector público, privado y académico en la materia?, ¿será que han conversado con el mayor generador de empleo actualmente, las empresas multinacionales, para buscar una transición del conocimiento generado en ellas hacia una visualización de país como centro de desarrollo tecnológico para el mundo?

Han sido las empresas multinacionales las que han tenido que ver cómo dinamizan la formación en esta materia, evidentemente por las necesidades puntuales de sostener su operación en el país creyendo en la capacidad de adaptación y recorrido histórico con éxito de otras empresas que han venido previamente, pero necesitamos propuestas propias, no impuestas y con el sello del "pura vida".

La receta no está escondida en algún frasco de cristal, es la misma a la que siempre hemos apostado desde 1948 con la abolición del ejército, solo por citar un hecho histórico relacionado, del cual nos apropiamos con tal envergadura que olvidamos su razón de ser, la educación como la base de nuestro progreso.

Aun cuando nuestro sistema educativo es endeble y ve sus días contados como el baluarte que ha sido para la nación, ir a este con la determinación de exponer a las generaciones en formación a la industria de la tecnología, sus herramientas, nuevas tendencias, capacitar a las y los docentes en software o hardware, alimentar las alianzas público privadas para conseguirlo, romper esquemas con métodos educativos de exploración más allá de la memorización o condenación del fracaso, se vuelve de vital importancia para darle un giro a lo que enfrentamos.

Ustedes que buscan un voto para llegar a representarnos, es momento de poner sobre la mesa aquellos temas que mueven la aguja, los que dinamizan la economía, los que cambiarían por completo el sistema operativo del país y recuperarían la confianza de sus votantes, elevarían el nivel de debate y saldríamos de este tenso congelador en el que estamos por seguir escuchando lo mismo de siempre.

Mejoraríamos nuestra calidad de vida.

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