28 de marzo de 2023, 19:41 PM

MSc. Henry Álvarez/ Consejero familiar y matrimonial, conferencista.

Las conexiones sociales tienen grandes beneficios, tanto físicos como psicológicos. Por esto es importante desarrollar relaciones sociales significativas. Se dice que aumenta la oxitocina, que es la hormona del amor y la confianza, por lo tanto, mejora la hipertensión y los problemas cardiovasculares y disminuye la sensación del dolor.  Unas de las habilidades sociales es la amabilidad, lo cual significa comunicarse de forma positiva y constructiva, es una comunicación que va más allá de aquella técnica y operativa, estamos hablando de una más relacional, y para ello debe haber una buena dosis de amabilidad; que por cierto la necesitamos urgentemente es una sociedad donde reina la prisa, la interacción digital y la falta de tiempo. Andamos apurados, estresados y vamos perdiendo poco a poco este gran valor, el ser amables.

Una persona amable es digna de ser amada, afable, complaciente y afectuosa, es aquella persona capaz de transmitir cordialidad, simpática, que dignifica a las personas sin importar su condición social, da el valor que todos merecemos, y no hace ningún tipo de distinción, ni religiosa ni política, su objetivo es mostrar interés por las personas, agregando valor a las personas.

El ser amable tiene efectos maravillosos, así lo dice la doctora Marian Rojas Estapé en su libro Cómo hacer que te pasen cosas buenas, “activa la oxitocina, lo que tiene efectos maravillosos en el organismo, disminuye la sensación de ansiedad, es un protector del corazón e incluso baja los niveles de colesterol, genera endorfinas, las cuales a su vez reducen los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés y de la ansiedad”.  El cortisol es conocido como la hormona del responsable del estrés, cumple diversas funciones en cuerpo. Por ejemplo, el cortisol ayuda a regular la presión arterial, reduce la inflamación y mantiene el corazón y los vasos sanguíneos funcionando normalmente.

El cortisol ayuda al cuerpo a responder ante el estrés. Rojas nos habla de los síntomas de ese ‘cortisol tóxico’, “que la vida actual es más ‘inflamatoria’ que la de antes. El estrés crónico reduce la sensibilidad de las células inmunitaria al cortisol. Es decir, el sistema defensivo del organismo se desactiva y es incapaz de luchar contra una amenaza real. Frena la capacidad de regulación inflamatoria y, por lo tanto, el cuerpo es incapaz de defendernos contra los peligros, por ejemplo, contra las situaciones de amenaza, miedo, o tensión, se activan sustancias—prostaglandinas, leucotrienos, citoquinas que pueden resultar profundamente dañinas para los tejidos”.   

Puede ser que tengamos cierta dificultad para ser amables, afectuosos, es un proceso, el primer paso es que reconozcamos que tenemos dificultad, y empezar, con pequeñas acciones, como detenernos y dar un saludo amable a alguien. Esta pequeña acción marcará la diferencia, y nos vamos a ir dando cuenta de lo saludable que es, nos vas a sentir más felices, y como dice experta, “la solidaridad y el voluntariado, el darse a los demás, son factores protectores de la mente y del cuerpo. Sentirse querido y acompañado es una de las claves para ser feliz”.

Así que empiece a practicar la amabilidad, la Biblia habla sobre la amabilidad, por ejemplo, indica: “Que su amabilidad sea evidente a todos. Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia” Filipenses 4:5.

Mientras que el Rey Salomón dice: “La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego”, Proverbios 15:1.

“Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo” Proverbios 16: 24.

Se podrá entonces decir que aumenta la serotonina, la hormona de la felicidad.


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