¿Cómo ayudar a sus hijos a enfrentar el enojo?

“No te dejes llevar por el enojo, que solo abriga el corazón del necio”, Eclesiastés 7:9. 

“La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva, echa leña al fuego.” Proverbios 15: 1.

En determinadas ocasiones como padres nos hacemos preguntas tales como: ¿por qué se enoja tanto mi hijo?, ¿por qué no controla su carácter?, ¿qué puedo hacer?, ¿cómo puedo hablarle y ayudarle con su enojo?, ¿es normal que reaccione así? Estas y otras interrogantes son comunes en nosotros los padres, por lo cual lo que se pretende es dar una idea más clara para así conocer emociones que suelen expresar nuestros hijos, es importante conocer este tipo de emociones y cómo reaccionar ante ellas, para lograr una mejor convivencia con ellos sin intervenir en su proceso de expresión.  Es necesario conocer la forma en que podemos ayudarlos a aprender a controlar el enojo, así, en un futuro, poder desarrollar habilidades para tener una vida equilibrada emocionalmente.

1. Comprendiendo el enojo.

Debemos reconocer que el enojo puede ser tanto beneficiosos como destructivo, los padres a veces consideran que se debe evitar, sin embargo, debe de buscarse su potencial positivo, no se debe confundir el enojo -el cual es una emoción-, con la agresión-que es la acción-. Tampoco hay que considerar el enojo como un problema, lo que debe ser visto como problema, es el mal manejo del mismo y la mala comprensión de esta emoción.

2.  Existen tres maneras de enfrentar el enojo.

Negarlo: no admite nunca estar enojado, es inconsciente, no es saludable, esta energía debe ser convertida o bien canalizada.

Suprimiéndolo: es consciente, pero lo mantiene dentro de sí y no deja que los demás se enteren, igualmente debe ser drenado de alguna forma para que sea saludable. Mantenerlo en su interior es un desgaste.

Expresarlo: existen muchas formas de hacerlo, la forma de expresar es una forma de comunicación.

3. El enojo de su hijo.

A través del tiempo se han construido mitos en lo que se refiere al enojo, pero, ¿de quién aprenden nuestros hijos esos mitos? De nosotros mismos, en ocasiones por otras personas. Algunos de estos mitos son: el enojo es ocasionado por otras personas, el enojo sirve para obtener lo que se quiere, uno se siente mejor después de desahogarse y expresar enojo.

3.1 El enojo pasa por cuatro etapas explicadas a continuación:

Acumulación”: se van guardando recuerdos, heridas, frustraciones, conflictos, estrés.​

“Encender la chispa”: cuando se activa lo acumulado a través de alguna mirada, por ejemplo, la acumulación da la oportunidad de que la chispa sea usada.

“Erupción volcánica”: cuando se pierde la compostura.

“Consecuencias”: es la resolución del problema, se deben abordar los sentimientos, lo que se aprendió de la experiencia, plantear lo que se podrá hacer en una próxima vez, enfrentar consecuencias.

4.  Maneras de impregnar en su hijo la calma:

• Si ambos están molestos: “parece que los dos tenemos que calmarnos”, alguno se retira.
• Si el niño está enojado: “me doy cuenta de que estás enojado, tomémonos unos minutos para calmarnos”.
• Si solo usted está enojado: “en este momento estoy enojado, quiero calmarme”.
• Fijar límites y reglas.
• No usar palabras de pelea.
• Ofrecer opciones.
• Diga a su hijo lo que se le permite.
• Diga a su hijo lo que hará usted.
• Sea breve con las explicaciones.
• El enojo bajo control.

La razón por la cual debemos saber controlar el enojo es porque este impide la resolución de los problemas, podemos enfrentarlo desde la perspectiva de la frustración, recordemos que la energía del mismo debe ser liberada de una manera sana que no destruya. Centrar la atención en cómo se quiere responder a su frustración hará que experimente un cambio

6. Como ayudar a su hijo a enfrentar el enojo. 

Antes de comenzar se debe recordar que el enojo está ocasionado por temor, dolor o frustración; es un disfraz. En los momentos en que nuestros hijos están molestos, los padres debemos tener cuidado con lo que decimos, algunas frases pueden aumentar este enojo, por ejemplo:

• “No sé por qué estás enojado.”

• “Deja de actuar como un bebe.”

• “Estás castigado.”

• “Cállate.”

• ¿Qué piensas que se pueda hacer para que esto no vuelva a suceder?

• ¿Funcionaría mejor para ti?

• Si le sucediera a otra persona, ¿qué le dirías?

“Mis queridos hermanos, tengan presente esto: todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse, pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere”, Santiago 1:19.

Si usted es un padre o una madre que dice reiteradamente: "auxilio, ¿qué hago con mi hijo cuando se enoja?". Estamos para servirle, puede contactarme al WhatsApp 8613-9136.

Bibliografía
Wright, H. (2007). Cómo ayudar a sus hijos a enfrentar el enojo, el miedo y la tristeza. Oregón: editorial portavoz.