8 de marzo de 2023, 10:50 AM

Bernal Fonseca /Empresario, comunicador, presentador y productor televisivo.

Conmemoramos el Día Internacional de la Mujer. Lo que comenzó como una lucha, mantiene la misma postura, pues a través del tiempo, si bien es cierto, se han derribado barreras que parecían imposibles, la evolución de nuestra sociedad debe ser motivo para renovar la actitud con que enfrentamos esta batalla.

Frente a nosotros se encuentra la brecha de la participación en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, STEM por sus siglas en inglés, la compensación salarial en igualdad de condiciones, el uso de las oportunidades brindadas a las mujeres como vehículo de posicionamiento reputacional de una marca y el liderazgo en ámbitos inexplorados.

Vayamos uno por uno

Según CINDE, en el 2022 se generaron 22.000 nuevas oportunidades de empleo a través de la Inversión Extranjera Directa (IED), de las cuales, 50% fueron ocupadas por mujeres. Ahora, si damos un vistazo a los sectores predominantes en la creación de esas oportunidades, encontramos que el área de ciencias de la vida ocupa el primer lugar, seguida de servicios y manufactura. Las carreras STEM son la puerta a esta realidad.

Recientemente, gracias a la iniciativa Constelar, conocí un grupo de mujeres que lideran proyectos en ciencia y tecnología y puedo concluir que su deseo por abrir camino para muchas generaciones detrás de ellas, se refleja en su trabajo para darle solución a temas como la creación de materiales biodegradables, el tratamiento de nuevas formas de cultivos o la exploración basada en plantas o vegetales para curar enfermedades.

Hagamos un alto acá. Si la participación femenina en las aulas de carreras STEM se limita al 20% del total de la población que ingresa anualmente, de acuerdo con docentes consultados, ¿qué estamos haciendo por exponer de una forma intencional a madres, jóvenes y niñas a esta nueva gama de oportunidades?

Sigamos el orden propuesto

De acuerdo con estadísticas de la ONU, en América Latina, si encontramos dos personas que ocupan un mismo puesto de trabajo, dentro de una misma empresa, si es mujer, recibirá un 15% menos de compensación salarial frente a un hombre. ¿Los motivos? Se ha vinculado históricamente a la mujer con labores de cuido, se les ha ofrecido puestos considerados de menor valía estratégica, la perpetuación del patriarcado social en los sistemas corporativos y la autominusvaloración de las mismas mujeres frente a sus roles.

La lucha debe fijarse en hacer que los derechos laborales sean por igual para todas las personas, al mismo tiempo, trabajar en que la productividad y competitividad organizacional tenga mujeres tomando decisiones. Sumado, podemos señalar que, de tener una equidad salarial, estaremos disminuyendo los niveles de desigualdad y pobreza para fomentar la armonía social. ¿Qué política pública o privada está impulsando esto en nuestro país? Si alguien sabe un caso específico, que me cuente.

Otro alto en el camino. Si bien necesitamos equilibrar la balanza de la participación femenina en niveles estratégicos, es prudente invitar a las marcas a celebrar este progreso, pero, bajo un trato por los méritos y no por la tendencia. He visto desde lo interno de algunas compañías, como en su afán de posicionarse reputacionalmente, lanzan un número de oportunidades para mujeres por el “buen efecto” que genera para sus propios intereses.

Finalmente, —hoy me emocioné—, es indispensable diagnosticar aquellos sectores de la industria en los cuales no aparecen las mujeres. Por ejemplo, la producción televisiva. Me alcanzan los dedos de la mano para contabilizar ejemplos de mujeres en este campo y estoy seguro, que esa es la realidad en otros.

Crucemos la barrera de estos desafíos en conjunto. Detrás de ella, habrá que trabajar en los que aparezcan, pero habremos aprendido lo necesario para seguir luchando.

Les invito a crear criterio en conjunto compartiendo conmigo sus puntos de vista al correo [email protected] o a través de mi perfil en LinkedIn.

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