Por Natalia Jiménez Segura |2 de marzo de 2021, 9:46 AM

La suspensión temporal de visitas en algunas cárceles del país ha sido una medida clave para la reducción de contagios COVID-19.

El sistema penitenciario inició febrero con 236 casos activos de la enfermedad y un privado de libertad hospitalizado. 

El mes finalizó con 64 casos y dos pacientes hospitalizados. Solo un reo falleció durante el segundo mes del año. 

Esto representa una reducción del 72,88% de los contagios. Es importante señalar que, según informó este medio, en enero la cifra se había disparado en un 500%. 

Diana Posada Solís, viceministra de Justicia, aseguró que uno de los factores más importantes es seguir al pie de la letra la normativa del Ministerio de Salud: suspender las visitas cuando se considere necesario. 

Para tomar esta decisión se debe estar ante los siguientes escenarios: 

  • En el momento que exista un brote mayor al 20% de casos con respecto a la semana epidemiológica anterior en el centro penitenciario.
  • En el caso de que el módulo, pabellón o centro penitenciario cuente con una orden sanitaria.
  • Aparición de casos nuevos en centros que nunca han registrado.

Un ejemplo de este último criterio es el del UAI 20 de diciembre en Pococí. El centro se mantuvo libre del COVID-19 por al menos nueve meses de pandemia y hace unas semanas reportó su primer caso, obligando a Justicia a cancelar las visitas. 

"Aunque no podemos asegurar que sea la visita el medio de contagio, es por lineamiento mejor suspenderla para prever un crecimiento en el brote a lo interno del centro, pero también una exportación del brote hacia la comunidad", indicó Posada. 

Otro factor que podría haber sido clave es el comportamiento de la pandemia a nivel país, según la jerarca. Ahora que los casos bajaron, también bajan en las cárceles.

"En los centros donde hemos tenido brotes, en algunos momentos de toda la pandemia, coincide también en cantones o comunidades donde el país reporta crecimiento de casos o en alerta naranja", añadió la viceministra. 

Tal es el caso de Pérez Zeledón, en el mes de enero. Durante ese momento el centro penitenciario de la zona tuvo un brote intenso de COVID-19, mientras que el cantón también se posicionaba como uno de los sectores con más casos activos en el país.