Por Juan José Herrera |14 de enero de 2021, 14:50 PM

El gerente comercial de la empresa Interconsultoría de Negocios y Comercio IBT, Adrián Herrera, defendió este jueves ante los diputados de la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Públicos la calidad de las 2.890.000 mascarillas que vendió a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por $1.1 millones.

Herrera atendió a los diputados luego de una publicación del diario La Nación, que reveló la participación de IBT en una de varias licitaciones que ahora son investigadas dentro de la Caja.

El gerente aseguró a los legisladores que en esa venta un lote de 699.850 mascarillas fue el que apareció con el rótulo de “no médicas”, pero que un análisis posterior de la empresa proveedora determinó que el porcentaje de filtración de esos equipos era de 95%.

Herrera aseguró que esas mascarillas fueron reemplazadas, pero que la CCSS no quiso recibirles 249.503 unidades.

Además, reconoció que las mascarillas se entregaron con mes y medio de retraso por problemas que atribuyó a la logística en China.

Los diputados le cuestionaron quién fue la persona que les aceptó esa entrega tardía, con una marca diferente y en tractos, pero el empresario dijo no recordarlo.

También lo increparon por no presentar una mascarilla de muestra a tiempo, Herrera defendió que sí lo hizo, pero no pudo precisar exactamente cuándo.

Defendió que IBT se registró como proveedor de insumos médicos ante la Caja desde 2019, pero que desde 2004 estaba inscrita para servicios de jardinería.

Directo

Este jueves también compareció ante los diputados Jorge Durán Rodríguez, presidente de la empresa Metales Tosha IP S.A., adjudicataria de un contrato para compra de 316 mil mascarillas por ₡88 millones.

Durán fue directo con los legisladores y aseguró que su empresa, dedicada al reciclaje e importación y exportación de metales, participó por primera vez de un concurso con la Caja por una mera oportunidad de negocio, pues tenía oportunidad de traer equipo desde China o India.

El empresario precisó que él mismo fue quien se acercó a la institución para ver cómo podía inscribirse como proveedor y que gracias a esto fue que empezó a recibir ofertas de la Caja.

Así fue como, dijo, ganó ese concurso y entregó casi 315 mil mascarillas, pues no le fueron recibidas 1.050 que tenían la caja manchada.

Durán aseguró que, contrario a otros distribuidores, sus mascarillas eran todas de uso médico y fueron entregadas acorde a tiempo y condiciones e incluso con un valor por debajo de la competencia, por lo que insistió en desconocer por qué no fue llamado para futuras compras.

Los diputados aceptaron sus razones y se mostraron satisfechos con sus respuestas.