Por Teletica.com Redacción 19 de agosto de 2025, 13:30 PM

El dolor muscular y de espalda es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica, pero también es un terreno lleno de mitos. Muchas creencias populares persisten sin evidencia científica clara que las respalde, lo que puede llevar a malos tratamientos, cirugías innecesarias o a evitar la actividad física por miedo.

En esta nota desmentimos los mitos más comunes y aclaramos qué es verdad y qué no, según los últimos estudios y la experiencia clínica actual.

 Mito o verdad: ¿Las contracturas existen y pueden generar daño?

Mito.
Aunque el término "contractura" es muy usado, no existe evidencia científica sólida que confirme su existencia como una entidad médica específica. El dolor focal o localizado que solemos atribuir a una "contractura" en realidad muchas veces no proviene del músculo, sino de otros tejidos o factores del sistema nervioso.

Esto no significa que el dolor no sea real, sino que el origen es más complejo. Asumir que todo dolor muscular persistente es una "contractura" puede retrasar un diagnóstico adecuado.

 Mito o verdad: ¿Las compresas frías o calientes curan el dolor muscular?

 Mito.
Tanto el frío como el calor pueden aliviar el dolor de forma temporal. El hielo, por ejemplo, es un analgésico eficaz para el control del dolor inmediato, especialmente tras una lesión. El calor también puede generar una sensación placentera y ayudar a relajar la zona.

Sin embargo, ninguno de estos métodos cura el origen del problema. Son medidas sintomáticas, no soluciones definitivas. Incluso en recuperación muscular post-ejercicio, estudios actuales sugieren que el agua caliente podría ser más efectiva que el frío.

Mito o verdad: ¿Levantar mucho peso en el gimnasio es dañino?

Verdad.
El problema no es el peso, sino la preparación del cuerpo para manejarlo. Una persona entrenada y bien acompañada puede levantar grandes cargas sin lesionarse. En cambio, alguien sedentario que comienza a hacer ejercicio sin guía profesional sí corre riesgo de lesionarse, incluso con pesos moderados.

La clave está en el acompañamiento profesional y la progresión gradual. El cuerpo se adapta rápidamente si se le da el estímulo adecuado.

 Mito o verdad: ¿Una persona con hernia discal no puede hacer ejercicio?

 Mito.
Tener una hernia discal no es una sentencia de inactividad. De hecho, muchas hernias son asintomáticas y no suponen ningún riesgo mientras no compriman estructuras nerviosas.

Además, los discos intervertebrales son estructuras increíblemente resistentes. El ejercicio bien guiado es seguro, y en muchos casos, beneficioso para mejorar la función y reducir el dolor. Incluso ante dolor ciático, con acompañamiento profesional, el ejercicio sigue siendo parte clave del tratamiento.

Mito o verdad: ¿El sedentarismo causa dolor de espalda?

 Verdad.
El estilo de vida sedentario contribuye al dolor de espalda a través de múltiples factores: pérdida de fuerza muscular, rigidez articular, aumento de peso, cambios metabólicos y mayor inflamación sistémica. Todo esto favorece la aparición de molestias, especialmente en la zona lumbar.

Incorporar movimiento en el día a día no solo previene el dolor, sino que es uno de los tratamientos más efectivos cuando ya existe.

Mito o verdad: ¿La cirugía puede eliminar el dolor de espalda?

Verdad.
La cirugía puede ser útil en casos específicos, pero debe ser la última opción tras un enfoque integral y multidisciplinario. La decisión no debe recaer únicamente en un cirujano, sino involucrar a fisioterapeutas y otros profesionales.

Muchos pacientes se someten a cirugías innecesarias, y en algunos casos, su dolor comienza después de la operación. La ética profesional y la información basada en evidencia son claves para evitar intervenciones inapropiadas.

Mito o verdad: ¿Dormir en una mala postura causa dolor crónico?

Mito.
No existe evidencia sólida que relacione una postura específica al dormir con el desarrollo de dolor crónico. Dormir boca abajo, de lado o boca arriba no es dañino en sí mismo, siempre que no cause molestias evidentes.

Si una posición genera incomodidad temporal, el dolor suele desaparecer solo. Lo que sí puede influir es el estado del colchón o la almohada, especialmente si están muy desgastados.

La mejor medicina es la información veraz. Movernos, cuidar nuestro cuerpo y buscar ayuda basada en evidencia son los pilares para una vida más saludable y sin dolor innecesario.

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