Por Teletica.com Redacción 3 de diciembre de 2025, 9:35 AM

En los últimos años, la conversación sobre incluir carne cruda (especialmente de res) en la dieta de perros y gatos ha ganado espacio entre quienes buscan opciones más naturales para sus mascotas. 

Sin embargo, antes de adoptar esta práctica es necesario conocer los cuidados que exige y los riesgos que implica. Para ello, consultamos al médico veterinario César Rodríguez, quien advierte que “no se puede improvisar con la carne cruda” y que su manejo requiere criterios técnicos claros.

El especialista explica que perros y gatos tienen necesidades distintas: los felinos son “carnívoros estrictos”, mientras que los perros “pueden comer otras cosas como frutas y verduras y les va muy bien para su salud”. 

Aun así, cuando se trata de carne cruda, el riesgo es el mismo para ambos. Rodríguez señala que muchas carnes comerciales “están contaminadas, tienen bacterias, tienen virus, tienen parásitos, especialmente bacterias”, por lo que no basta con comprarlas en el supermercado y servirlas de inmediato. Para reducir esos riesgos, la recomendación es someter la carne “a un proceso de congelación de mínimo 10 días”, un paso indispensable para garantizar la inocuidad del alimento.

La misma precisión es necesaria al hablar de gatos, cuya salud depende en gran medida del aporte adecuado de proteína. Rodríguez insiste en que, al elegir alimentos, se debe revisar “el porcentaje de proteína, la parte de carbohidratos, harinas, vitaminas y otros complementos como aminoácidos y omega-3 y 6”. 

Explica que existen múltiples opciones (de res, cerdo, pollo, pavo o cordero), pero lo determinante es la cantidad correcta. “Para gatos nosotros utilizamos un 5% de su peso corporal y así lo trasladamos en carne cruda”, detalla.

Además, señala que este tipo de carne aporta líquidos, algo importante en animales que “toman muy poca agua y hay que estimularlos”. La dieta no depende exclusivamente de la carne: “También podemos dar enlatados o sobres de alimentos ya procesados para gatos, que tienen una cantidad X de grasa y de vitaminas y aminoácidos importantes”.

Una planificación incorrecta puede generar deficiencias nutricionales o problemas graves en el bienestar del animal. Por eso, la recomendación principal es acudir a un médico veterinario, quien puede orientar sobre cantidades, combinaciones y medidas de seguridad para cada caso. 

Integrar alimentos más naturales a la dieta de perros y gatos puede convertirse en una oportunidad para mejorar su salud, siempre que se haga con responsabilidad, información confiable y acompañamiento profesional.

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