Por Teletica.com Redacción |5 de agosto de 2025, 13:30 PM


La salud femenina va cambiando con el paso de los años, y con ella también cambian las necesidades nutricionales. Aunque una dieta equilibrada es la base del bienestar, en muchos casos los suplementos pueden ser grandes aliados para cubrir deficiencias y prevenir enfermedades. Pero ¿Cuáles son los más importantes? La nutricionista Natalia Muñoz responde esta y otras dudas.

Independientemente de la edad, hay cinco suplementos que suelen recomendarse con frecuencia: complejo de vitaminas B, omega-3, vitamina D, colágeno y magnesio. Estos productos apoyan funciones esenciales como el sistema inmunológico, la salud ósea, digestiva y cardiovascular, además del bienestar general.

Mujeres de 18 a 30 años:
En esta etapa de alta actividad y desarrollo, es fundamental mantener los niveles de energía y apoyar la salud ósea. Se recomienda incorporar complejos B para mejorar el rendimiento físico y mental. La vitamina D, el omega-3 y el calcio también ayudan a formar una base sólida para la salud ósea futura.

Mujeres entre 30 y 50 años:
Con el avance de la adultez, la prevención cobra protagonismo. Aquí, suplementos como la vitamina D y antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo. Comienza a haber un indicio de caída en los niveles de estrógeno, por lo que la vitamina E se vuelve fundamental, así como el omega-3. En esta etapa, se recomienda iniciar un proceso de prevención profunda con coenzima Q10 y también ashwagandha, para ayudar a regular el estado de ánimo.

Mujeres mayores de 50 años:
La menopausia y el envejecimiento requieren un enfoque especial. Se recomienda aumentar la ingesta de calcio, vitamina B y magnesio para proteger los huesos. Además, suplementos como la coenzima Q10 pueden mejorar la vitalidad y la salud cardiovascular, mientras que probióticos específicos apoyan la digestión y el sistema inmunológico.

El consejo más importante es consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación. Hacerse análisis periódicos, conocer las propias necesidades y evitar la automedicación son claves para obtener beneficios reales sin riesgos.

Contenido Patrocinado