Por José Fernando Araya |14 de mayo de 2016, 13:57 PM

La feligresía rojiamarilla acudió este sábado al Rosabal Cordero en orden y bien identificados con sus camisetas y banderas.

Grandes y pequeños, y la gran presencia de familias completas teñidas de amarillo y rojo fueron la tónica en las afueras del reducto que esperaban pacientemente por el ingreso al estadio. 

A veces en medio de la muchedumbre amarilla, uno o varios puntos rojinegros se dejaban mostrar. 

Muchos de cantos tímidos y camisetas camufladas con alguna suéter, otros acompañados de algún familiar  amigo o pareja herediana pero lo importante era apoyar al equipo que llega en condiciones adversas.

Una vez abiertas las puertas,  la masa rojiamarilla no esperó e ingresó ordenada a sus asientos para esperar el desenlace de una noche que esperan sea mágica. 

Afuera vendedores y comerciantes haciendo un balance de sus ventas. 

Lo más movido: las banderas, camisetas y gorritos del Team.

Mientras que unos aún pedían dinero para no perderse ningún detalle de la final.